La Habana, 4 de abril (Latin Press) – En un comunicado emitido recientemente, Cuba ha expresado de manera categórica su rechazo a las acciones emprendidas por la Guardia Costera de Estados Unidos, las cuales han afectado a diversos barcos que han intentado ingresar a las aguas territoriales cubanas en sus últimas cinco escalas. Este pronunciamiento fue realizado por el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, quien añadió que esta situación es motivo de gran preocupación para el Gobierno cubano.
En su declaración a través de un mensaje publicado en la red social X, el Ministro Rodríguez abordó un tema que ha causado controversia: la inclusión de Cuba en la lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo. Según el ministro, este argumento es completamente infundado y, a su juicio, se utiliza como un pretexto para justificar las acciones agresivas de la Guardia Costera de Estados Unidos en la región caribeña.
La Guardia Costera ha establecido recientemente nuevas condiciones que limitan la llegada de buques a territorio estadounidense, exigiendo que aquellos que provengan de puertos extranjeros deben cumplir con lo que consideran «medidas efectivas contra los terroristas». Estas restricciones, que entraron en vigencia el 2 de abril, son vistas por el Gobierno cubano como un intento deliberado de intensificar el cerco económico que afecta a la población de la isla, que ya enfrenta numerosas dificultades debido a las políticas impuestas por Estados Unidos.
La declaración del ministro también señala que todas estas acciones forman parte de una estrategia más amplia llevada a cabo por la Casa Blanca, la cual, desde la perspectiva cubana, busca asfixiar económicamente a los ciudadanos de Cuba. Esto añade un contexto crucial a la crisis económica que ya enfrenta la isla, magnificado por el endurecimiento de las políticas estadounidenses en la región.
Si bien Cuba continúa expresando su oposición a estas acciones, la comunidad internacional observa con atención cómo estas dinámicas están configurando no solo la relación entre Estados Unidos y Cuba, sino también el ambiente político y económico en la región del Caribe. Las palabras del ministro Rodríguez no solo reflejan el sentir del Gobierno cubano, sino que también evidencian las tensiones que persisten en las relaciones bilaterales entre ambos países, en un contexto donde la cooperación y el diálogo parecen cada vez más lejanos.