El presidente de Panamesa se reúne con el Secretario de Defensa de Estados Unidos.

En conformidad con la agenda establecida, el secretario de Defensa de Estados Unidos, quien también ocupa el cargo de jefe del Pentágono, realizará una visita al presidente anfitrión tras culminar una serie de diálogos. Esta reunión será crucial ya que se centrará en las crecientes preocupaciones sobre las supuestas intenciones de Rusia y, en particular, sobre la influencia que se atribuye a China en la región. El presidente Donald Trump ha expresado su deseo de reafirmar el control estadounidense sobre el área, aunque las autoridades locales han rechazado tales acusaciones, insistiendo en su autonomía y soberanía.

El Jefe Militar de Alto, quien arribó al Aeropuerto Internacional de Panamá Pacífico, ubicado en las afueras de la capital panameña, ha estado supervisando las operaciones de carga y el aterrizaje de helicópteros del ejército estadounidense en las últimas semanas. Mañana, él abrirá oficialmente la Conferencia de Seguridad de América Central, un evento que refleja la importancia que tiene la región en la agenda de seguridad de Estados Unidos.

Además de su participación en la conferencia, el jefe militar también asistirá a la inauguración del Dock 3 de la Base Naval del Capitán Noel Antonio Rodríguez, del Servicio Nacional Aeronaval, en la zona oeste de Panamá. Este acto simboliza no solo la cooperación militar entre Panamá y Estados Unidos, sino también la continua importancia estratégica del país en las dinámicas regionales.

La llegada de Hegseth provoca reacciones negativas, ya que su visita es comparada con la de Donald Rumsfeld, quien llevó a cabo una visita similar hace más de dos décadas, en noviembre de 2004, durante el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009). Este reciente viaje ha sido criticado por miembros de la Alianza Popular de la Vida Unida, un colectivo de varios sectores sociales y laborales.

Los sindicatos, y en particular la Unión Nacional de la Industria de la Construcción, junto con otros movimientos, han organizado marchas hacia la Plaza Catedral en el viejo casco de la ciudad, en un gesto de rechazo a la presencia de Hegseth. Esta movilización representa el descontento popular y la defensa de la soberanía nacional ante lo que perciben como una injerencia extranjera.

Saúl Méndez, secretario de SunTracs, manifestó a Prensa Latina que los patriotas panameños están decididos a hacer escuchar su voz en las calles, defendiendo la soberanía del país frente a la posibilidad de un establecimiento de bases militares estadounidenses. Expresó que este sentimiento es un reflejo de la historia de lucha por la autodeterminación que han llevado los panameños a lo largo de los años.

Marco Andrade, secretario general de la Confederación Nacional de la Unidad de Comercio Independiente, también compartió su preocupación. Expresó desconfianza hacia el actual gobierno, mencionando que existe una percepción de traición por parte de ciertos sectores, subrayando que los verdaderos patriotas están dispuestos a luchar por Panamá y a honrar la memoria de aquellos que dieron sus vidas en defensa de un país libre de enclaves militares extranjeros.

El abogado Reinaldo Rivera resaltó que la visita de Hegseth al Istmo representa una mancha en la historia reciente de Panamá, continuando con un patrón de visitas por parte de altos funcionarios estadounidenses, como el secretario de Estado Marco Rubio y el almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur. Según Rivera, el propósito de estas visitas parece ser intimidar al gobierno panameño y amenazar con la toma del canal, así como la creación de bases militares encubiertas.

Otros grupos que participaron en las protestas han enviado una carta abierta al Frente Nacional en defensa de los derechos económicos y sociales, condenando las acciones del gobierno y reclamando la atención sobre la situación en Honduras, un país vecino con el que comparten preocupaciones similares sobre la intervención extranjera y la defensa de la soberanía.