Solo el 0.8 por ciento de los deportados a Guatemala cuenta con una orden de arresto.

La Ciudad de Guatemala se encuentra en una encrucijada social y política en la que la migración y su efecto en la nación son temas de gran atención. Según un informe reciente publicado el 9 de abril por Latin Press, solo un pequeño porcentaje de personas que han regresado a Guatemala este año (91 de un total de 10,452) tiene órdenes de arresto activas, lo que representa apenas el 0.8 por ciento. Estas cifras provienen de datos oficiales que han sido corroborados por medios de comunicación locales, lo que subraya la gravedad y la complejidad de la situación migratoria en el país.

Antes de la llegada de los vuelos de repatriación provenientes de los Estados Unidos y México, se conocía ya que había múltiples procesos judiciales en curso en el país. Esto fue confirmado por la División de Comunicaciones del Instituto Nacional de Migración, que se comunicó con un periódico de libre prensa para hablar sobre este tema. Según la entidad, la coordinación con autoridades locales ha sido esencial para gestionar la repatriación de estas personas, y los individuos con órdenes de arresto son los últimos en descender del avión, siendo referidos de inmediato a la policía.

Los registros militares han indicado que los delitos más comunes entre aquellos que retornan bajo esta condición judicial son ofensas menores (60 por ciento), homicidio (45 por ciento) y asesinato (30 por ciento). Adicionalmente, se han documentado casos relacionados con la falta de pago de manutención. Este último dato resalta que la llegada de algunos retornados no se había gestionado con anterioridad, lo que plantea interrogantes sobre los protocolos de seguridad y vigilancia existentes.

El Instituto de Migración de Guatemala ha señalado que el 89 por ciento de las personas que regresaron con órdenes de arresto proceden de los Estados Unidos, de datos recopilados desde el 1 de enero hasta el 5 de abril. Del total de los deportados, un 97 por ciento son hombres, mientras que el resto, un 11 por ciento, proviene de México, sin registro de mujeres en este grupo específico.

Expertos analistas advierten que, a pesar de que muchos migrantes buscan mejorar sus condiciones de vida, existe una fracción que intenta evadir la justicia debido a antecedentes penales en sus países de origen. Francisco Pellizzari, director de la Casa Migrante de Guatemala, ha señalado que la crisis económica, la falta de oportunidades laborales y la violencia sistemática son algunas de las principales razones que impulsan a la población a huir de su hogar.

“El hecho de que el porcentaje de migrantes con antecedentes penales haya aumentado es consecuencia de la priorización que hace Estados Unidos en la deportación de estas personas”, comentó Pellizzari. Sin embargo, enfatizó que la gran mayoría de los migrantes son ciudadanos productivos y sin historial criminal, que simplemente buscan un futuro mejor para sus familias.

Desde principios de febrero, el gobierno de Guatemala ha implementado un plan para facilitar el retorno seguro de los migrantes y generar oportunidades que reduzcan la presión de la migración. La información dada por el Centro de la Fuerza Aérea Capital reveló que la actividad más destacada durante la estadía de estos migrantes en el extranjero ha sido el sector de la construcción, que también muestra un crecimiento considerable, seguido de trabajos en el área de servicios de comida.