Washington, 12 de abril (Sputnik) .- En un ferviente discurso, Peter Navarro, quien fue el principal asesor comercial del expresidente Donald Trump, dirigió una dura ofensiva contra China, enfatizando su convicción de que el país asiático ha realizado acciones que han tenido un efecto devastador en la economía estadounidense y en la salud pública. Navarro no solo se mostró crítico con respecto a la pérdida de empleos en Estados Unidos, sino que también hizo énfasis en el impacto catastrófico del fentanilo, señalado como un factor crucial en la crisis de las sobredosis que ha azotado al país.
«Desde nuestra perspectiva, China ha sido responsable de más de un millón de muertes de estadounidenses debido al fentanilo mortal y otros medicamentos relacionados. Y aún así, el régimen comunista se niega a tomar medidas para combatir esta crisis ”, comunicó el viernes durante una intervención en el programa de Negocio de Chacal.
Navarro fue contundente al afirmar: «No solo están causando la pérdida de vidas humanas, sino que también están perjudicando de manera significativa a nuestra fuerza laboral». De acuerdo con sus declaraciones, la administración de Beijing ha llevado a cabo una destrucción sistemática de la industria manufacturera estadounidense, con más de 60,000 fábricas cerradas desde el año 2001 y más de 5 millones de puestos de trabajo perdidos en este sector esencial.
Explicó que la única respuesta que Estados Unidos parece ofrecer a China es un mensaje claro: «Basta de matarnos con su fentanilo. Dejen de manipular la moneda, cesen la producción de mercados de ‘vertido’, y acaben con los subsidios que facilitan la competencia desleal contra nuestros negocios», detalló Navarro en una entrevista posterior con Newsmax. El tema de la propiedad intelectual también saltó a la palestra, enfatizando que miles de millones de dólares han sido sustraídos sin escrúpulo.
Además, Navarro no escatimó en elogios para las políticas arancelarias implementadas por la administración Trump, argumentando con firmeza que el expresidente había cumplido con su promesa de asumir una postura firme frente a los desafíos comerciales que plantea China. Predijo que en un lapso de «90 días» se podrían alcanzar acuerdos que resultarían en beneficios significativos para la economía estadounidense, una expectativa que crea un panorama esperanzador para la recuperación de la industria nacional en medio de una crisis que aún persiste.