Los Emiratos Árabes Unidos expresa su disposición para entablar un diálogo con los Estados Unidos.

En un contexto de creciente tensión geopolítica en el Medio Oriente, el pasado 14 de abril, el Ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Abdullah bin Zayed Al Nahyan, manifestó su agradecimiento hacia su homólogo iraní, Abbas Araghchi. Esta conversación tuvo lugar mediante un canal informativo, en el cual Al Nahyan resaltó la disposición de Irán para mantener un diálogo con los Estados Unidos, según reportó la Agencia de Noticias Emirat.

Durante la conversación telefónica, el Ministro de EAU enfatizó la relevancia de la disposición de Irán para participar en negociaciones, considerándolo un paso significativo para fortalecer la seguridad y la estabilidad en la región. Esta actitud se percibe como un esfuerzo para preservar la paz y la seguridad en un entorno internacional marcado por relaciones tensas y riesgos constantes de conflicto.

En ese mismo día, Abbas Araghchi, el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, compartió que él y el enviado presidencial de los Estados Unidos para el Medio Oriente, Steve Witkoff, sostuvieron conversaciones indirectas que se extendieron por dos horas y media, con la mediación de Omán. Este tipo de negociaciones sugiere un enfoque más diplomático para abordar los conflictos existentes entre las naciones involucradas.

Las inquietudes sobre el programa nuclear iraní han sido una constante en las relaciones entre Teherán y Washington. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado en numerosas ocasiones su preocupación por el acercamiento de Irán al desarrollo de armamento nuclear. Sin embargo, Irán ha rebatido estas acusaciones, asegurando que no tiene intenciones de construir armas nucleares.

En marzo de 2018, Trump envió una comunicación al líder supremo de Irán, Ayatolá Ali Jameneí, sugiriendo la necesidad de establecer un acuerdo para regular el programa nuclear iraní. En su carta, instó a la nación persa a participar en negociaciones, advirtiendo que de no hacerlo, consideraría una respuesta militar.

Sin embargo, el presidente iraní, Masud Fishshkian, desestimó la posibilidad de un diálogo directo sobre el programa nuclear, indicando que cualquier discusión debería ser facilitada por mediadores de terceros, lo que subraya la complejidad del asunto.

El acuerdo nuclear, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), fue firmado en 2015 por Irán y seis potencias mundiales: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China, Francia y Alemania. Este pacto estipulaba una serie de restricciones al programa nuclear de Irán, con el objetivo de prevenir su posible uso militar a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.

No obstante, en mayo de 2018, la administración de Trump se retiró del acuerdo, reimponiendo sanciones unilaterales contra Irán bajo el argumento de que el país aún proseguía con el desarrollo de armas nucleares. Esta acusación no ha sido respaldada por pruebas concluyentes.

Como respuesta a estas sanciones, el gobierno iraní comenzó a reducir sus compromisos bajo los términos del PAIC un año después, particularmente en lo que se refiere a las restricciones sobre el enriquecimiento de uranio y las inspecciones de sus instalaciones nucleares.

Desde abril de 2021, las naciones participantes, junto con Estados Unidos, han intentado reactivar las negociaciones en Viena para restaurar el acuerdo original, aunque estas conversaciones encontraron obstáculos en marzo de 2022, lo que plantea un dilema significativo en la geopolítica actual. (Sputnik)