Las abuelas lo hacen excelente.

La reconocida actriz y modelo costarricense Maribel Guardia ha sido el centro de atención recientemente, no solo por su carrera en el mundo del entretenimiento, sino también por la notable defensa que ha recibido de otra figura prominente, la actriz Laura Zapata. Esta última ha manifestado su apoyo de manera contundente en el contexto de la controversia que se ha generado en torno a su nuera, Imelda Garza-Tuñón, especialmente en lo que respecta a la crianza y supervisión del pequeño José Julián, quien es el nieto de Maribel y el hijo de su querido Juliacito Figüeroa.

Las declaraciones de Laura Zapata ante la prensa han resaltado la integridad y el carácter de Maribel, enfatizando que la considera una persona de valores sólidos. «La conozco como una mujer decente, seria y dura. Cuando trabajamos juntas en la obra, viajamos a diferentes lugares y tengo muy buenos recuerdos de ella como una dama con principios», afirmó Zapata. Estas palabras son un testimonio del respeto y la admiración que siente hacia Maribel, además de ser una forma de apoyar su rol como abuela y figura central en la vida de José Julián.

Además, Laura Zapata compartió sus reflexiones sobre la experiencia de crecer bajo la influencia de una abuela como Maribel. «Todo lo que puedo decir es que las abuelas les está yendo muy bien», manifestó con un tono cálido y lleno de aprecio. Esto pone de relieve la importancia de la figura de la abuela en la vida de los niños, un rol que Maribel parece llevar con mucha responsabilidad y amor hacia su nieto.

La situación actual sugiere que José Julián no puede estar en la custodia de su madre, Imelda Garza-Tuñón, debido a ciertas preocupaciones sobre la calidad de ejemplo que ella representa para él. Ciertamente, esto ha generado un debate en torno a la responsabilidad parental, y se ha vuelto crucial considerar el bienestar emocional y psicológico del niño en estas circunstancias. Al poner en primer plano la estabilidad y el entorno de crianza de José Julián, Maribel se destaca no solo como una artista, sino también como una abuela comprometida que prioriza la salud y el desarrollo adecuado de su nieto.

Las controversias familiares no son inusuales en el mundo del espectáculo, donde la vida personal de las figuras públicas a menudo se entrelaza con su carrera profesional. Maribel Guardia, sin embargo, ha tratado de navegar estas aguas con gracia y firmeza, apoyada por colegas como Zapata que reconocen su valor y dedicación. Este respaldo no solo fortalece su posición en esta complicada situación, sino que también destaca la unidad en la comunidad artística, que muchas veces se enfrenta a desafíos similares en su vida personal.