Washington, ABR (Latin Press) – En un giro inesperado y preocupante, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, sigue siendo el foco de atención mediática tras la divulgación de sus planes militares en un entorno poco seguro. Este incidente se dio a conocer cuando Hegseth, aparentemente, compartió información sensible en una conversación digital organizada con su esposa, su abogado y su hermano en la aplicación de mensajería Signal.
La situación ha sido especialmente delicada ya que coincide con el creciente descontento entre los asesores y aliados de Hegseth dentro del Pentágono. Algunos de sus colaboradores más cercanos han comenzado a expresar su preocupación sobre la conducta del secretario, lo que ha llevado a una serie de despidos polémicos. Entre ellos se encuentran el secretario de prensa, John Ullyot, y tres altos funcionarios que formaban parte de su equipo crucial: Dan Caldwell, asesor principal; Darin Selnick, subdirector de gabinete; y Colin Carroll, quien ocupaba el cargo de jefe del gabinete del Secretario de Defensa.
El New York Times reportó que, en el transcurso de esta llamada, Hegseth supuestamente reveló detalles confidenciales sobre las futuras operaciones aéreas contra los hutíes en Yemen, lo que originó una nueva ola de alarmas en cuanto a la seguridad de la información. Este no es el primer caso de divulgación cuestionable de Hegseth, ya que hace un mes también había utilizado la misma aplicación para discutir asuntos cruciales de seguridad nacional con funcionarios gubernamentales, lo que llevó a que el Inspector General del Departamento de Defensa iniciara una investigación.
Ullyot, en un artículo que publicó en Politico, subrayó la gravedad de la situación y sugirió que la permanencia de Hegseth en su cargo es difícil de sostener. Según declaró, la administración del Pentágono se encuentra en un estado de caos bajo la dirección de Hegseth, lo que representa una distracción inequitativa para el presidente, quien merece un liderazgo más eficiente y responsable en su círculo más cercano.
Ullyot también recalcó la falta de transparencia en la dinámica de trabajo del equipo de Hegseth, acusándolos de propagar ‘mentiras’ relativas a las razones detrás de los despidos. Afirmó que esos tres funcionarios no habían filtrado información sensible, lo que hace que su despido parezca aún más cuestionable.
Ante esta serie de eventos, Hegseth se ha encontrado en una situación incierta, enfrentando una purga que resulta ser tanto extraña como inquietante, perdiendo de esta manera a varios de sus principales asesores. Ullyot dejó entrever que podría haber más despidos en el horizonte, lo que no hace más que añadir tensión a un entorno de trabajo ya convulso.