El Contralor destaca problemas alternativos en los proyectos de emergencia: el 75% de las contrataciones fracasaron sin éxito.

La Contraloría General de la República (CGR) presentó un informe ante la Comisión Tuarior el miércoles, solicitando una evaluación sobre el Plan de Emergencia, el cual se enfoca en la construcción de infraestructura integrada y proyectos de gran relevancia. Este plan implica una inversión considerable, ya que se han aprobado préstamos por un total de $700 millones durante la última sesión legislativa, destinados a financiar 502 iniciativas de infraestructura.

Los fondos para este ambicioso proyecto provienen del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). El compromiso del gobierno al anunciar este plan fue que todas las obras estarían finalizadas en un plazo de 18 meses. Sin embargo, la realidad ha demostrado que ese objetivo no se logrará, ya que a pesar de los plazos establecidos, se generaron critiques sobre la factibilidad de cumplir con las fechas prometidas.

El informe de la gerente Marta Acosta reveló varias preocupaciones respecto a la implementación del plan. Un hallazgo crítico fue que un alarmante 75% de los procesos de reclutamiento para las empresas encargadas de ejecutar los proyectos resultaron fallidos. Acosta mencionó: «Este informe ha sido elaborado por el Ministerio de Finanzas para evaluar el avance de los proyectos. Es probable que esta información se haya extraído del Comité de Emergencia y de las correspondientes agencias ejecutivas», sugiriendo que la información puede no ser concluyente ni favorable.

La gerente también enfatizó que se está llevando a cabo un estudio para determinar si ha habido alguna violación en los procesos establecidos. A partir de los datos obtenidos, la CGR subrayó que el plazo de 18 meses no se cumplirá, destacando las «deficiencias en la ejecución del plan» y la falta de claridad en cuanto a las responsabilidades asignadas a las diferentes agencias ejecutivas involucradas en la gestión de los proyectos.

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Unión Postal Universal

Uno de los temas críticos discutidos fue la contratación del Servicio de Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS) para la implementación del plan, cuya independencia se ha cuestionado. Como se señaló en el informe, «la objetividad e independencia de las actividades de estas firmas son fundamentales». Acosta aclaró que ha habido desafíos en el acceso a la información relacionada con la gestión de los fondos públicos.

Según Acosta, «las empresas ejecutivas fueron contratadas para realizar un trabajo que contraviene las disposiciones de la ley del préstamo de Leeri, sin considerar si eran las mejores opciones disponibles». También se expresó preocupación sobre el manejo financiero, señalando que aunque se han acordado $9 millones de una suma total de $18 millones, ya se ha realizado un pago, a pesar de que el progreso del programa no ha sido satisfactorio.

Los miembros del Comité Landario interrogaron sobre el manejo de esta situación desde la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) y otros proyectos relacionados. La diputada Paulina Ramírez, del PLN, expresó su indignación al escuchar a la gerente durante la audiencia, especialmente cuando el informe expone irregularidades en el trabajo de las empresas involucradas.

Los legisladores enfatizaron que la ley establece que la empresa no debe ser contratada por la falta de supervisión adecuada, lo que genera dudas sobre la transparencia y efectividad del proceso.

Diputados en el comité tendario. (Legislación de fotografía).

Seis años, no 18 meses

Por su parte, la diputada Pilar Cisneros, del partido gobernante, defendió los esfuerzos realizados, argumentando que se necesitarán seis años para completar los trabajos, cuestionando las declaraciones del presidente de la CNE, Alejandro Picado, quien había afirmado que todo se finalizaría en 18 meses. «Las obras no se completarán en ese tiempo; no sé por qué se comprometió a eso», comentó la diputada. Además, señaló que la deuda de $700 millones no genera intereses en este momento, dado un periodo de gracia de cinco años.

En una presentación anterior, Acosta destacó que hasta el 6 de noviembre de 2024, se habían identificado 56 proyectos con inconsistencias, que se desglosan de la siguiente manera:

  • 33 con ubicación inexacta
  • 11 con circunstanicas que podrían causar imprevisibilidad
  • 7 en los que se está trabajando con otros fondos
  • 3 que presentan nombres incorrectos en relación con las obras
  • 2 clasificados incorrectamente
  • 1 trabajo que forma parte de otro proyecto
  • 1 duplicado.

Asimismo, se señalaron 41 proyectos que han sufrido retrasos en su construcción. Adicionalmente, el informe indicó que el Laboratorio Nacional de Materiales y Tipos de Construcción (Laname) de la Universidad de Costa Rica identificó que, de los 44 proyectos supervisados por Conavi, 19 no merecen intervención, mientras que 25 no han sido priorizados. Es evidente que el camino por delante requiere un análisis más profundo y eficiente para garantizar la ejecución adecuada de estos proyectos esenciales.