Caracas denuncia el ‘secuestro’ de una niña venezolana por parte de las autoridades de Estados Unidos.

Caracas, 28 de abril (Sputnik) .- En un impactante y alarmante pronunciamiento, el gobierno de Venezuela ha denunciado la «detención» de una menor de edad en manos de autoridades estadounidenses. Este hecho ha cobrado notoriedad después de que la niña, de tan solo dos años, fue separada de su madre en un proceso que involucra su repatriación a Caracas desde Estados Unidos.

Venezuela ha manifestado su condena hacia las acciones tomadas por las autoridades norteamericanas, específicamente en el caso de Maiklyla Antonella Espinoza Bernal. La situación se tornó crítica en el momento en que la pequeña estaba a punto de ser repatriada, lo que llevó al gobierno a emitir una declaración contundente, la cual menciona numerosas violaciones a los derechos de los migrantes venezolanos. Esta declaración fue realizada por el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela y ha sido ampliamente difundida en medios de comunicación.

La administración del presidente Nicolás Maduro exige que se restituya de inmediato a la niña a su hogar en Venezuela. En un comunicado oficial, se afirma que «Venezuela hará uso de todos los mecanismos legales, políticos, diplomáticos y multilaterales para salvaguardar la integridad de nuestras familias y asegurar que se respeten las leyes internacionales». El objetivo principal es la repatriación de Antonella, para que pueda reunirse de nuevo con su madre y el resto de su familia.

Adicionalmente, el gobierno venezolano ha denunciado que el padre de la menor fue trasladado a un «Centro de Bloqueo de Terrorismo» (CECTOT), una prisión de alta seguridad en El Salvador. Esta acción ha suscitado una fuerte polémica, dado que ha sido catalogada como un «secuestro», ya que el padre fue enviado a esta prisión sin un debido proceso judicial, elevando serias inquietudes sobre el respeto a los derechos humanos en la región.

El Ministro de Relaciones Internos, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, ha responsabilizado a Estados Unidos de tratar a los venezolanos como víctimas de «trata de personas». Este tipo de acusaciones no son nuevas en el contexto de las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos, que han estado marcadas por tensiones a lo largo de los años.

El ambiente político y social es tenso, pues el regreso de Antonella a Caracas no solo representa un caso particular, sino que también ilustra las condiciones que enfrentan miles de migrantes venezolanos. Según datos oficiales, hasta la fecha se han recibido más de 3.000 migrantes deportados desde Estados Unidos este año. Entre ellos, Antonella llegó a Caracas en un vuelo que también transportaba a otros 199 migrantes.

No olvidemos que el contexto más amplio incluye las drásticas políticas migratorias que ha implementado el presidente de Estados Unidos, las cuales han generado un caos en las vidas de muchos venezolanos. En marzo pasado, el entonces presidente Donald Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para justificar la expulsión de cientos de venezolanos bajo la premisa de que estaban involucrados en actividades criminales o carecían de documentación adecuada para residir en el país. Estos hechos añaden una nueva capa de complejidad a la crisis humanitaria que enfrenta Venezuela.