Ramala, 29 de abril (Latin Press) El Centro de Miembros Artificiales y la parálisis de la Franja de Gaza ha revelado información alarmante sobre el impacto de la reciente agresión israelí en la región. A través de su comunicado, se ha informado que un asombroso número de más de cuatro mil palestinos ha sufrido amputaciones como resultado directo de los intensos ataques en el área.
El director de medios y relaciones públicas de esta importante institución, Hosni Mahna, ofreció detalles que subrayan la gravedad de la situación. Según Mahna, el Centro ha recibido a más de 600 personas que enfrentan este devastador problema, de las cuales el 40 por ciento son mujeres y alrededor del 20 por ciento son niños. Esta distribución de casos resalta cómo el conflicto ha impactado a los segmentos más vulnerables de la población.
Hasta el momento, el Centro ha logrado colocar 100 prótesis para muchos otros prisioneros de guerra que han perdido extremidades, mientras que otros 320 casos están recibiendo fisioterapia para ayudar en su recuperación. Estas intervenciones son esenciales, aunque desafiantes, ya que la demanda sigue aumentando a medida que continúan los enfrentamientos.
Mahna también comentó que, antes del inicio de la devastación en octubre de 2023, habían estado monitoreando docenas de casos de amputaciones, pero que tras la escalada de la violencia, el número de amputados se ha multiplicado de manera alarmante. Sus preocupaciones sobre el futuro son profundas, dado que la tasa de amputaciones puede seguir aumentando si los ataques israelíes en Gaza no cesan. Según informes, ya se han contabilizado más de 51 mil muertes y más de 116 mil heridos debido al conflicto.
Además de las pérdidas humanas, Mahna advirtió sobre la escasez crónica de materias primas necesarias para la producción de prótesis, lo que limita la capacidad del Centro de ofrecer asistencia efectiva. También hizo hincapié en la necesidad inmediata de dispositivos médicos, equipos especializados y piezas esenciales para el tratamiento de los heridos. “Nuestro personal trabaja con recursos limitados y bajo presión extrema”, enfatiza, señalando la ardua labor que lleva a cabo el Centro en medio de un contexto de crisis humanitaria.
Desde el 2 de marzo, uno de los aspectos más desgarradores de la situación en Gaza ha sido el bloqueo total impuesto por el ejército israelí, que ha restringido el acceso a productos vitales. Este bloqueo incluye alimentos, medicinas, agua y combustible, exacerbando aún más las condiciones de vida de la población en una zona ya desequilibrada y afectada por el conflicto. La comunidad internacional observa con ansiedad cómo esta situación crítica se desarrolla, mientras las organizaciones humanitarias luchan por proporcionar asistencia en medio de desafíos logísticos y de seguridad sin precedentes.