
Bruselas, 29 de abril (Latin Press) El reciente eclipse eléctrico en la península ibérica ha abierto la puerta a un amplio espectro de debates que, más allá de la especulación, resaltan un tema de creciente importancia en el ámbito global: la seguridad energética. Este evento ha resaltado problemas fundamentales que merecen atención, como la estructura de la matriz energética, los desafíos que enfrenta la automatización dentro de los sistemas, y la urgencia de incrementar inversiones en energías nucleares.
La discusión se intensifica cuando expertos del ámbito energético, como el suizo André Duvillard, mencionan en declaraciones al canal de televisión RTS la «creciente fragilidad de los sistemas de distribución eléctrica», un problema que se ve exacerbado por el resurgimiento de fuentes de energía renovables. Duvillard enfatiza que el incidente «debería servir como un toque de atención» para todos los implicados, mencionando que las intervenciones basadas en energía solar y eólica son inherentemente más vulnerables a la irregularidad en el suministro.
Aunque ambas fuentes de energía son altamente valoradas, el experto advierte sobre los altibajos que pueden surgir en su suministro, lo que a menudo no satisface la demanda constante que los distribuidores necesitan para evitar cortes prolongados. Esta situación es críticas en el contexto actual, donde la dependencia de energías renovables sigue creciendo.
Por otro lado, grupos medioambientales como Ecologistas en Acción, Greenpeace, Soil Friends y WWF argumentan que los problemas de energía renovable no deben ser culpabilizados a raíz del incidente en la península ibérica. Sin embargo, subrayan la necesidad de mejorar la planificación y de adoptar soluciones tecnológicas, especialmente en términos de almacenamiento energético mediante baterías, lo cual es crucial para mitigar la vulnerabilidad en la red eléctrica.
Además, los analistas están de acuerdo en que la escasez de sistemas de almacenamiento para las instalaciones fotovoltaicas representa un punto crítico que podría comprometer cualquier red. Sin embargo, también se ha hablado de otros riesgos significativos, así como de la privatización del sector eléctrico, que ha llevado a que la organización y distribución de la producción de energía renovable caiga en manos del mercado, dejando de lado el interés público.
En este sentido, la falta de una planificación adecuada para una matriz equilibrada que combine tecnologías solares, eólicas, hidráulicas y de almacenamiento hizo que la ubicación de estos proyectos dependiera de las grandes empresas, lo que, a su vez, redujo la capacidad de respuesta a las fluctuaciones en el suministro.
Mientras tanto, la búsqueda de las causas tras el eclipse energético continúa. Sin embargo, los informes de los medios de comunicación han generado un amplio conjunto de interrogantes, lo que incluye la pérdida de competitividad energética de la Unión Europea y su relación con la dependencia de suministros rusos. En este contexto, el economista español Juan Antonio de Castro mencionó a la agencia de noticias Ria Novosti que Europa enfrenta retos significativos debido a las costosas tuberías de gas Nord Stream 1 y 2, que han afectado la competitividad de la región.