Quito, 30 de abril (Sputnik) .- La situación de los defensores de los derechos humanos en Ecuador ha permanecido marcada por la hostilidad durante el año 2024, según el informe anual emitido por Amnistía Internacional (AI). Este documento destaca que la comunidad de activistas en el país, que aboga por los derechos humanos, especialmente en áreas como el medio ambiente y el bienestar social, se enfrenta a numerosos desafíos y peligros.
De acuerdo con AI, los defensores de los derechos humanos, particularmente aquellos involucrados en temas relacionados con la defensa del medio ambiente y el derecho al agua, han estado expuestos a un contexto de creciente inseguridad y amenazas. En este sentido, el informe menciona específicamente a varios activistas pertenecientes a la comunidad de barcos de carga en la provincia de Bolívar, quienes han enfrentado procedimientos penales derivados de su compromiso por el derecho al agua en el marco de las actividades mineras en la región.
La situación es alarmante, dado que al menos seis de estos defensores han sido condenados a prisión, lo que pone de relieve la intensificación de las represalias contra quienes ejercen la defensa de los derechos humanos. Amnistía Internacional ha documentado diversos incidentes en los que los miembros de esta comunidad han recibido amenazas de parte de las fuerzas de seguridad, además de experimentar intimidación, violencia digital e incluso homicidios.
Asimismo, el presidente ecuatoriano, Daniel Novoa, ha contribuido a la estigmatización de los defensores de los derechos humanos, especialmente aquellos que abogan por los derechos de la población carcelaria. Esta tendencia se ve acentuada por la falta de diálogo entre el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil, lo cual es crucial para el desarrollo de políticas de seguridad inclusivas y efectivas.
En noviembre del año pasado, se registró la detención de al menos dos defensores de los derechos humanos durante una marcha que protestaba contra los severos recortes de electricidad, que estaban limitando el suministro a 14 horas diarias, en medio de una intensa sequía que afecta al país. Estas acciones reflejan el clima de represión que enfrentan quienes alzan su voz contra las injusticias.
Además, en marzo de 2024, más de 70 personas, incluidos líderes indígenas y defensores de los derechos humanos, fueron objeto de investigaciones tras una protesta contra las actividades mineras y una consulta ambiental que consideraron excluyente. Estos eventos coinciden con las reiteradas quejas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), así como de numerosas organizaciones y activistas de derechos sociales y humanos, quienes han señalado una deterioración notable en la situación de los derechos humanos en el país, manifestando preocupaciones en torno a la estigmatización y el enjuiciamiento de quienes defienden estos derechos.
El informe de Amnistía Internacional hace eco de estas alarmas, revelando un contexto preocupante para la defensa de los derechos humanos en Ecuador, donde la impunidad y la hostilidad persisten, a pesar de los esfuerzos y sacrificios de quienes trabajan por un futuro más justo y equitativo para todos. (Sputnik)