Yemen designa al ministro de Finanzas como nuevo primer ministro.

Salem Saleh bin Braik.

Adén, Yemen, 3 de mayo (Xinhua) – En un desarrollo significativo para la política y la gobernanza de Yemen, el Consejo de Liderazgo Presidencial (CLP) ha anunciado la selección de Salem Saleh bin Braik como el nuevo primer ministro del país. Esta designación se produce inmediatamente después de la renuncia de Ahmed Awad bin Mubarak, que dejó el cargo debido a consideraciones de restricciones constitucionales y obstáculos que, a su juicio, comprometieron su capacidad para llevar a cabo reformas efectivas.

La decisión fue reportada por la agencia de noticias estatal Saba y se implementó apenas unas horas tras la renuncia de Bin Mubarak. Este cambio en el liderazgo es especialmente relevante en un contexto donde la inestabilidad política ha sido una constante durante años. Bin Braik no es un extraño en el ámbito financiero; ha estado al frente del Ministerio de Finanzas desde 2019 y, anteriormente, ocupó el cargo de Vicepresidente de Finanzas. A lo largo de su carrera, ha mantenido importantes responsabilidades en diversas áreas financieras y administrativas que lo han preparado para este nuevo desafío.

Según la declaración oficial emitida por el CLP, se ha determinado que todos los ministros actuales continuarán en sus respectivas posiciones, lo cual podría facilitar una transición más estable. Por su parte, Bin Mubarak no se alejará completamente de la política, ya que se le ha designado como asesor del presidente del CLP. En una carta de renuncia, Bin Mubarak subrayó los numerosos problemas que ha enfrentado durante su mandato, incluyendo su impotencia para reestructurar al gobierno y llevar a cabo reformas que son necesarias, y que se ven limitadas por el marco constitucional actual.

Es importante recordar que Bin Mubarak asumió la premiada posición en febrero de 2024, luego de haber servido anteriormente como Ministro de Asuntos Exteriores de Yemen y como Embajador en los Estados Unidos. La situación en Yemen ha estado marcada por la Guerra Civil que comenzó en 2014, cuando las fuerzas Huti tomaron el control de la capital, Saná. Esta guerra ha generado un contexto de inestabilidad que afecta el trabajo del gobierno reconocido a nivel internacional con sede en Adén, desafiando así las posibilidades de desarrollo y reconstrucción del país en medio de la crisis humanitaria.