El Cairo, 4 de mayo (Sputnik). – La situación en Sudán se ha deteriorado drásticamente en los últimos días, especialmente en la provincia de Kordofán, donde los rebeldes del grupo paramilitar conocido como las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han llevado a cabo atrocidades inhumanas que han resultado en la muerte de aproximadamente 300 civiles en solo un período de 48 horas. Esto representa un nuevo y alarmante capítulo en el conflicto armado que asola la región, según las declaraciones emitidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país este sábado.
Un comunicado oficial denunciaba: «Los terroristas (RSF) continúan cometiendo graves crímenes contra la humanidad, incluyendo asesinatos masivos y limpieza étnica en diversas regiones. En particular, en los últimos dos días, han perpetrado nuevos asesinatos dirigidos a civiles en la ciudad de Nahud, dentro de la provincia agrícola de Kordofán. Hasta el momento, el conteo de víctimas ha alcanzado a 300 personas». Esta afirmación resalta la magnitud de la crisis humanitaria que se desarrolla a medida que la violencia se intensifica.
En marzo de este año, las Fuerzas Armadas de Sudán habían declarado el inicio de operaciones para despojar a los rebeldes de su control sobre la capital, Jartum, y han estado intensificando sus ataques a las posiciones rebeldes cercanas a la ciudad. Sin embargo, en abril, el panorama cambió drásticamente cuando los RSF aumentaron sus acciones guerrilleras en el sur y el oeste del país, enfocándose particularmente en las regiones de Darfur y Kordofán. En este contexto, los RSF anunciaron la creación de un gobierno propio en las áreas que han logrado controlar.
Desde el 15 de abril de 2023, el enfrentamiento entre las fuerzas leales a Mohamed Hamdan Daglo y el ejército convencional, liderado por el general Abdel Fattah Al Burhan, presidente del Consejo Soberano de Transición en Sudán, ha generado un ambiente de desesperación y violencia que afecta a la población local y agrava la crisis humanitaria.
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha expresado su preocupación sobre la capacidad del sistema de salud sudanés para afrontar la crisis, indicando que la confrontación armada puede resultar en brotes de enfermedades y un colapso fatal de los servicios médicos. Por su parte, el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha alertado que el número total de muertes causadas por el conflicto ya ha superado los 20,000, lo que pone de relieve la gravedad de la situación.
La situación se complica aún más por el masivo desplazamiento de personas. A mediados de abril, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estimó que ya hay aproximadamente 13 millones de personas desplazadas desde que comenzó el conflicto en abril de 2023, un número que continúa aumentando a medida que la violencia persiste y se intensifica.
El embajador de Sudán en Rusia, Mohamed Sirraj, expresó su esperanza de que este conflicto armado, que ha cobrado un alto costo humano y social, pudiera llegar a su fin en el año 2025. Sin embargo, el camino hacia la paz parece aún muy lejano dadas las circunstancias actuales, y la comunidad internacional continúa observando con preocupación el desarrollo de esta crisis.