Los ataques de Kyiv a objetivos civiles justifican la continuidad de la operación especial.

Moscú, 7 de mayo.

El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, fue entrevistado recientemente por el periodista Pável Zarubin, del canal de televisión Rossiya 1. Durante la conversación, abordó la preocupante tendencia de Kiev en llevar a cabo acciones que podrían ser catalogadas como terrorismo. Peskov comentó que «los intentos de atacar objetos civiles se pueden describir de otra manera». Esta declaración se enmarca en un contexto donde Moscú argumenta que dichas acciones en Ucrania justifican la continuación de lo que han denominado «operación militar especial». Este término ha sido usado por Rusia para referirse a su intervención militar en el país vecino, un conflicto que se ha prolongado desde hace más de un año.

El 9 de mayo es una fecha significativa para Rusia, ya que se conmemora el 80 aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial. En atención a esta ocasión, el presidente Vladimir Putin propuso un alto el fuego de tres días, destacando la importancia de este evento histórico. Sin embargo, Peskov insinuó que Ucrania parece carecer del verdadero deseo de alcanzar la paz, afirmando que «no se preparó para esta iniciativa» de tregua. Esto sugiere una falta de voluntad por parte de Kiev para participar en procesos que podrían llevar a una resolución pacífica del conflicto.

El portavoz del Kremlin enfatizó que «Kyiv no hizo ninguna declaración sobre la preparación para unirse a esta iniciativa». Según Peskov, a pesar de las «numerosas declaraciones ambiguas en diferentes niveles», la realidad es que las acciones de las autoridades ucranianas no reflejan un compromiso genuino hacia un alto el fuego. Esta percepción por parte del Kremlin resalta las tensiones persistentes entre Rusia y Ucrania, que parecen haber alcanzado un nuevo nivel de desconfianza y antagonismo.

Este alto el fuego, que Putin ha anunciado, está programado para entrar en vigor el 8 de mayo a la medianoche, y se extenderá hasta el 10 de mayo. La duración de 24 horas ha sido concebida como un acto simbólico en honor a aquellos que lucharon durante la Segunda Guerra Mundial, pero hasta ahora parece que la propuesta se encuentra en un limbo debido a la falta de respuesta afirmativa desde Kiev. El contexto de este anuncio pone de manifiesto las complejidades de las negociaciones y los intentos de mediación que han emergido en medio de un conflicto que ha captado la atención internacional de manera significativa.