Kiev, 7 de mayo. (Europe Press) – El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha emitido un fuerte llamado este miércoles en relación a su propuesta de un alto el fuego que se extendería por un periodo de 30 días. Su iniciativa, destinada a detener los ataques en curso contra Rusia, se mantiene firme y el líder ucraniano ha instado a su contraparte rusa, Vladimir Putin, a que la acepte. Zelenski enfatiza que este plan es especialmente relevante, señalando el inicio de la conmemoración de un importante aniversario nacional.
«Nuestra propuesta para detener los ataques, un alto el fuego de al menos 30 días, sigue en pie. No vamos a retirarla porque es una oportunidad real para la diplomacia», declaró Zelenski en un mensaje leído a última hora de la tarde. Esta afirmación llega en un momento en que Putin ha vuelto a acusar a Ucrania de ser la única responsable de una supuesta escalada de violencia, describiéndola como una «reacción» a una serie de «nuevas bombas» que han caído en suelo ruso.
Desde la perspectiva del presidente ucraniano, la postura adoptada por Moscú es una clara indicación de quién es el verdadero responsable del conflicto. A su vez, ha subrayado que «todos» implicados en este tipo de conflictos, incluyendo al agresor, acaban sufriendo. En este contexto, Zelenski ha advertido que las sanciones internacionales impuestas sobre Rusia no solo continuarán, sino que también se intensificarán conforme avance la situación. Ha remarcado que «la justicia global funcionará» como resultado de estos actos de agresión.
Mientras tanto, el plan presentado por Putin incluye realizar ataques desde la medianoche del 7 hasta el final del día 10 de mayo, en un marco que coincide con el aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. Sin embargo, el Kremlin ha dejado claro que sus fuerzas armadas se reservan el derecho de responder «inmediatamente» ante cualquier amenaza que puedan percibir durante este periodo conmemorativo. Esta declaración resalta la tensión latente y la fragilidad de la situación actual, donde la posibilidad de un conflicto abierto sigue siendo inminente.