Pedrocesión en oposición a las políticas antimigratorias de Trump y Bukele

Century deportado venezolano a El Salvador. Anadolú

Roma, 9 de mayo (Sputnik) – El reciente nombramiento de Robert Francis Prevost como el nuevo Papa de la Iglesia Católica marca un hito importante, ya que es el primer pontífice estadounidense y también ciudadano peruano. Este nuevo Papa ha compartido un mensaje provocador en torno a las políticas de inmigración del presidente Donald Trump, especialmente en relación al tratamiento de los inmigrantes salvadoreños, tema que se complica aún más por la influencia de su pareja salvadoreña.

Prevost ha elegido el nombre Leo XIV para su papado, reflejando su compromiso con diversas causas sociales. En una publicación en la red social x, el crítico religioso Rocco Palmo abordó el controvertido caso de Kilmar Abrego García, un ciudadano salvadoreño que fue deportado de EE. UU. debido a un error administrativo. Se alegó erróneamente que era miembro de la temida pandilla Mara Salvatrucha MS-13, lo que generó preguntas sobre el debido proceso y los derechos de los inmigrantes.

Palmo escribió: “Mientras Trump y Bukele usan el ovalado para justificar la deportación ilegal de un residente estadounidense que, aunque indocumentado, es salvadoreño, deberías preguntarte, ahora como DC Aux +Evelio: ¿No ves sufrimiento? ¿No te preocupa tu conciencia? ¿Cómo pueden permanecer en silencio?”, haciendo alusión a las reacciones del obispo de la Arquidiócesis de Washington, Evelio Menjivar, quien ha sido criticado por su inacción.

Este controversial mensaje se dio a conocer poco antes de la muerte del Papa anterior, Francisco, el 21 de abril. En un giro inesperado, se reveló que Abrego fue deportado por un error de la administración Trump, a pesar de que no había sido acusado formalmente de ningún delito. Esta situación revela muchas fallas en las políticas de inmigración actuales.

Abrego contaba con protección en EE. UU.; un juez de inmigración había ordenado su regreso inmediato al país debido a que era una víctima de amenazas de pandillas salvadoreñas. Estas amenazas incluían el chantaje contra su familia con el objetivo de extorsionar dinero a cambio de mantener su negocio. Por ende, los problemas de inmigración en la frontera están lejos de ser simples y están cargados de complejidades humanitarias.

En otros pronunciamientos en su cuenta en x, el Papa Prevost también ha criticado al vicepresidente de EE. UU., James Vance, por sus posturas extremas en relación a la inmigración. En febrero, se publicó un artículo de opinión escrito por el cubanoamericano Cat Armas, titulado: ‘JD Vance está equivocado: Jesús no nos pide que clasifiquemos nuestro amor por los demás’, en respuesta a unas declaraciones del vicepresidente donde afirmaba que la familia primero debe amar a su nación y luego “priorizar al resto del mundo”.

En este contexto, la situación de Abrego se vuelve más crítica, ya que actualmente se encuentra recluido en una prisión de seguridad máxima en El Salvador, un lugar creado con el objetivo de albergar a terroristas capturados por el gobierno de Bukele. Este proceso ha sido objeto de controversia debido a la falta de evidencias tangibles en muchos casos, lo que ha llevado a organizaciones de derechos humanos a advertir sobre violaciones a gran escala.

Por otra parte, el presidente Bukele ha permitido la residencia a otros ciudadanos deportados de EE. UU., incluidos cerca de 300 venezolanos. Se ha dado una creciente crítica a la administración Bukele por lo que muchos consideran una política de “campos de concentración de estilo nazi” que afecta a sus propios ciudadanos, además de una presunta cooperación con la intolerante agenda migratoria de la administración Trump. (Sputnik)