En Moscú, el 10 de mayo, en una entrevista con CNN, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, expresó que Rusia está dispuesta a apoyar un alto el fuego de 30 días en el conflicto en Ucrania. Su afirmación trae un aire de esperanza, aunque revestido de dudas sobre la respuesta de Kiev ante tal iniciativa.
Ante la pregunta de si realmente «Rusia» está dispuesta a este alto el fuego, Peskov se mostró escéptico, afirmando que «no lo cree». Agregó que recientemente, el presidente Vladímir Putin había hecho un llamado a un alto el fuego de tres días, pero que no ha recibido ninguna respuesta por parte de las autoridades ucranianas. En su opinión, esto plantea la inquietante pregunta: “Si Kyiv está dispuesto a detener el fuego, ¿por qué no implementar un alto fuego de al menos tres días?”
Peskov subrayó la necesidad de reflexionar sobre esta situación, indicando que se están considerando diversos escenarios. En su declaración, acentuó que «Europa se enfrenta a Rusia», un tema que ha sido recurrente en el discurso ruso, resaltando que a pesar de ello, Rusia se siente acostumbrada a la hostilidad que proviene del continente europeo.
Cuando un periodista le preguntó si la comunidad internacional puede «presionar a Rusia», el portavoz contestó que, a lo largo de la historia, “Rusia ha demostrado ser muy resistente a cualquier tipo de presión”. Esta afirmación se basa en una larga tradición histórica que refleja la determinación del país ante las adversidades.
Pese a esta postura firme, Peskov reiteró que “estamos abiertos al diálogo”. Destacó que el Kremlin está dispuesto a intentar llegar a un acuerdo en el conflicto de Ucrania, mostrando aprecio por aquellos esfuerzos de mediación que se han realizado para alcanzar la paz, aunque también añadió que muchos de estos intentos han resultado ser “muy inútiles” desde su perspectiva.
Las declaraciones de Peskov surgen en un contexto marcado por el reciente anuncio de Putin sobre un alto el fuego temporal, que se implementó de las 00:00 del 7 al 8 de mayo hasta las 00:00 del 10 al 11 de mayo. Mientras que Moscú espera que Kyiv siga su ejemplo, el presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, rechazó esta propuesta, insistiendo en la necesidad de una tregua que sea “incondicional” y que debería extenderse por al menos 30 días.
- En marzo, Putin había declarado que su país estaba dispuesto a aceptar la propuesta de un alto el fuego, pero enfatizó que tal alto el fuego debería llevar a la creación de una paz duradera, y que era fundamental abordar las causas profundas de la crisis en Ucrania.
- El presidente ruso también mencionó que este periodo de treinta días podría utilizarse para reiniciar procesos en Ucrania, cuestionando cómo sería empleada esta tregua. “¿Cómo se utilizarán estos 30 días? ¿Para continuar la movilización forzada en Ucrania? ¿Para proporcionar armas? ¿Se aprovechará esta pausa para ejercicios militares? ¿O no se hará nada de esto? La gran pregunta es: […] ¿Cómo garantizan que ninguna de estas acciones suceda?” concluyó Putin.