En medio de la emocionante caída de la tarde, comenzó la cuenta regresiva para el tan esperado concierto de Quevedo en el Parque Viva, y la atmósfera se llenó de una energía palpable. La anticipación creció entre los asistentes, quienes no podían dejar de comentar sobre el impacto que ha tenido el cantante español en la música contemporánea.
Los costarricenses, llenos de entusiasmo, esperan ansiosamente a que den las 19:00, momento en el que podrán ver al artista caminar por un escenario en Costa Rica, un acto que ha generado gran expectativa entre sus fanáticos. La promesa de una noche inolvidable motiva a numerosos seguidores a formar largas filas, algunas horas antes del inicio del espectáculo.
El cantante, quien llega al país con su brillante gira «Good Night», ha deleitado a miles de fanáticos en varios países de América Latina, mostrando su versatilidad y talento únicos. Este evento musical promete ser una de las experiencias más memorables de la temporada.
Entre los asistentes, muchos llegaron acompañados de amigos y familiares, luciendo atuendos especiales diseñados para la ocasión, lo que añade un toque festivo al ambiente. La diversidad de estilos y la creatividad en la vestimenta son evidentes, mostrando el fervor por el artista y sus canciones.
«Vine con amigos para disfrutar de una experiencia hermosa y escuchar más que todo el álbum de Quevedo que me parece muy bien», dice Reinaldo Solano, un entusiasta vecino de Carthage, quien no pudo contener su emoción.
Las promesas de una noche llena de éxitos como «Columbia», «Stay» y, por supuesto, «BZRP Music Sessions Vol. 52» aseguran que el público mantenga la energía alta, a pesar de ser un día entre semana. La música de Quevedo ha logrado conectar con jóvenes y adultos, creando un ambiente de celebración que nadie quiere perderse.
En las cercanías de la entrada principal, la atmósfera ya es festiva. Los fanáticos disfrutan de las diversas dinámicas creadas por marcas patrocinadoras, mientras aprovechan la oportunidad para saciar su apetito en la zona gastronómica, donde los camiones de comida ofrecen una amplia gama de opciones que deleitan a todos.
No hay escasez de banderas, carteles y mensajes dedicados al artista, creando un ambiente vibrante y festivo que inunda el lugar. A medida que cae la tarde, las luces del escenario comienzan a encenderse y el público, emocionado, se aproxima con entusiasmo a sus respectivos lugares, preparado para una noche mágica.
A pesar de que la espera se siente larga y los minutos pasan, no cabe duda de que será una noche épica, llena de música, alegría y momentos inolvidables que quedarán grabados en la memoria de todos los presentes.
