Israel inicia ataques aéreos contra puertos en Yemen controlados por los hutíes.

Aeropuerto internacional de Saná después de ataques aéreos, en Saná, Yemen. Xinhua

Saná/Jerusalén, 16 de mayo (Xinhua) – El ejército israelí llevó a cabo el viernes una serie de ataques aéreos dirigidos a la estratégica ciudad portuaria de Hudayda, así como a la terminal petrolera de Salif, ubicada en el Mar Rojo. Esta información fue reportada por el canal al-Masirah, que es ampliamente conocido por su afiliación con los hutíes.

Hasta el momento, no ha habido confirmaciones de víctimas resultantes de estos ataques. Sin embargo, se ha informado que los hutíes estaban en proceso de preparar los puertos para recibir cargas de combustible, según indicó una fuente que habló con Xinhua. Este tipo de acciones se produce en un contexto donde las áreas bajo control hutí, incluida la misma capital, Saná, sufren de una severa escasez de combustible, una situación que ha empeorado desde el último ataque aéreo israelí el pasado 6 de mayo.

En un comunicado conjunto, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el ministro de defensa, Israel Katz, confirmaron que la Fuerza Aérea Israelí había infligido daños significativos a los puertos de Hudayda y Salif, intentando de esta manera paralizar la actividad militante del grupo hutí.

Netanyahu afirmó contundentemente: «Haremos mucho más daño, incluido su liderazgo y toda la infraestructura que les permite atacarnos». Mientras tanto, Katz advirtió sobre las consecuencias de los ataques hutíes, insinuando que «sus líderes serán difíciles de encontrar, incluidos sus principales responsables».

Asimismo, el ejército israelí confirmó en una declaración que su ataque se focalizó en desmantelar lo que denominaron «infraestructura terrorista» empleada por los hutíes en esos puertos, estructuras que suponían eran utilizadas para el transporte de armamento.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también señalaron que antes de los ataques se emitieron múltiples advertencias a los civiles en la zona, con el objetivo de minimizar el potencial daño colateral a la población no combatiente.

Este ataque representa el octavo bombardeo israelí encaminado a objetivos hutíes en el norte de Yemen desde que el grupo comenzara a lanzar drones y misiles hacia Israel en noviembre de 2023, en una manifestación de solidaridad con los palestinos de Gaza. Además, se ha informado de ataques hutíes a embarcaciones comerciales asociadas con Israel en el Mar Rojo, lo que ha aumentado la tensión en la región.

El 6 de mayo, los ataques aéreos realizados por Israel causaron daños severos al aeropuerto internacional de Saná, destruyendo su pista, un avión de pasajeros y otras infraestructuras críticas, dejando las instalaciones completamente inoperativas. Se reportaron al menos tres muertes y un total de 39 heridos en ese ataque, según las autoridades sanitarias que son controladas por los hutíes.

El último ataque aéreo se produce en un momento sensible en el que Omán había negociado un acuerdo de alto el fuego entre los hutíes y los Estados Unidos. Dicho acuerdo lograba que los hutíes suspendieran sus ataques contra embarcaciones estadounidenses en el Mar Rojo, a cambio de que los Estados Unidos detuvieran sus propios bombardeos sobre las posiciones hutíes.