Teherán, 16 de mayo. (Europa Press) – En una reciente declaración, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, anunció que su país no ha recibido ninguna propuesta específica por parte de Washington ni directa ni indirectamente respecto a su programa nuclear. Esto surge como respuesta después de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que Teherán tenía un documento sobre la mesa que podría abrir la puerta a nuevas negociaciones.
En sus redes sociales, Araqchi enfatizó la confusión que persiste en la comunicación entre Irán y Estados Unidos, señalando que los mensajes que llegan son «confusos y contradictorios.» A pesar de esta ambigüedad, reiteró la postura clara de Irán: «Respeten nuestros derechos y pongan fin a sus sanciones, y podremos llegar a un acuerdo.» Este mensaje subraya la firmeza de Teherán en mantener su posición en las negociaciones internacionales relacionadas con su programa nuclear.
Además, Araqchi subrayó que no existe ninguna posibilidad en la que Irán abandone su derecho a enriquecer uranio con fines pacíficos, un derecho que Irán considera inalienable y enmarcado dentro de las normativas del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Este enfoque indica una clara determinación por parte de Teherán de afirmar su soberanía y sus derechos en el ámbito nuclear.
El ministro también hizo un llamado a respetar a la nación iraní, indicando que «el gran pueblo iraní demostró su fuerza y poder contra aquellos que intentan imponerse.» Además, enfatizó que Irán siempre está dispuesto a dialogar, pero que tal diálogo debe basarse en el respeto mutuo, rechazando de manera categórica cualquier tipo de imposición externa en su política nuclear.
Esta situación se agrava en medio de un contexto donde Trump ha mencionado que Teherán «sabe que se están moviendo rápidamente o que algo malo sucederá,» aunque no brindó detalles específicos sobre lo que eso implica. Este comentario se realizó a bordo del Air Force One, en su regreso a los Estados Unidos tras su gira en el Medio Oriente, lo que sólo añade más incertidumbre a la situación.
En el marco de esta tensión, Estados Unidos e Irán han estado involucrados en conversaciones indirectas con el fin de abordar esta crisis diplomática. En una cuarta ronda de negociaciones que tuvo lugar en Mascato, la capital de Omán, Araqchi aplaudió la honestidad de estas conversaciones, aunque fue inequívoco al afirmar que la suspensión del enriquecimiento de uranio, una de las demandas de Washington, es un punto innegociable. Sin embargo, mencionó que su país podría considerar limitar de alguna forma su desarrollo nuclear si se genera un ambiente de confianza durante las negociaciones.