Moscú, 17 de mayo.
En un desarrollo trágico desde el 18 de marzo, los hospitales en la Franja de Gaza han estado lidiando con un flujo alarmante de víctimas debido a la escalada de violencia en la región. En las últimas 24 horas, la cantidad de muertes ha aumentado drásticamente, y se ha reportado un total de 153 muertes. Este desgarrador recuento incluye siete cuerpos que han sido recuperados de entre los escombros, ofreciendo una visión sombría de la situación actual.
Además, se informó que el número de heridos asciende a 459, lo que pone de relieve la gravedad del conflicto. Las condiciones son aún más desalentadoras, ya que hay un número desconocido de víctimas que permanecen atrapadas bajo los escombros, y la ambulancia junto con los equipos de defensa civil no pueden acceder a esos lugares por las continuas hostilidades.
Desde que Israel reanudó sus bombardeos, más de 3,100 personas han perdido la vida, y más de 8,600 han resultado heridas en la franja. Estos números reflejan no solo la escala del conflicto, sino también el impacto devastador que está teniendo sobre la población civil en la región. A la luz del conflicto que comenzó el 7 de octubre de 2023, el total de muertos y heridos ha sobrepasado las cifras de 53,200 y aproximadamente 120,600, respectivamente.
Entre el 19 de enero y el 1 de marzo, se vivió una breve tregua en el fuego cuando se llevó a cabo un acuerdo entre Israel y el movimiento palestino Hamas. Este acuerdo permitió la liberación de rehenes israelíes a cambio de un número significativo de prisioneros palestinos. Durante esas seis semanas, los grupos palestinos lograron liberar a 30 rehenes, mientras que también se entregaron los cuerpos de ocho fallecidos. En reciprocidad, Israel liberó a alrededor de 1,700 prisioneros palestinos y retiró tropas de la franja.
Sin embargo, principios de marzo marcó un cambio drástico en la situación, cuando Israel decidió cortar el suministro de electricidad a la planta de desalinización ubicada en el enclave y bloqueó la entrada de camiones con ayuda humanitaria esencial. Esto resulta en una crisis humanitaria aún más profunda, dado que la población ya se enfrenta a una escasez de recursos básicos.
El 18 de marzo, el conflicto se intensificó nuevamente. Israel reanudó sus ataques contra la Franja de Gaza, justificando el incremento de la violencia en respuesta a la negativa de Hamas de aceptar el plan propuesto por Estados Unidos para extender la tregua, que había llegado a su fin el 1 de marzo. La situación en la región continúa siendo crítica y se demanda atención global urgente para abordar las graves implicaciones humanitarias que se están desarrollando.