Al menos 14 personas han resultado heridas en bombardeos aéreos estadounidenses en la capital de Yemen.

Destrucción en Saná, Yemen, por bombardeo estadounidense. Xinhua

SANÁ, 5 de mayo (Xinhua) – La situación en Saná, capital de Yemen, se ha vuelto aún más crítica después de que nuevos ataques aéreos de Estados Unidos la madrugada del lunes provocaran al menos 14 heridos, según informaron reportes médicos locales a la agencia Xinhua. Estos ataques representan un aumento en la intensificación de la violencia en una región que ya ha sido devastada por años de conflicto y sufrimiento humanitario.

Los médicos indicaron que las víctimas de estos ataques aéreos son en su mayoría residentes del suburbio de Shu’ub, ubicado en el este de la ciudad, una zona densamente poblada. Las potentes explosiones no solo causaron lesiones, sino que también provocaron la rotura de cristales en numerosas viviendas y tiendas circundantes, multiplicando el impacto del ataque en la comunidad local.

El canal al-Masirah, que está bajo el control de los Hutis, reportó que los bombardeos no se limitaron a Saná, sino que también alcanzaron varias provincias, incluyendo Hdeidah, Saada, Marib y Al-Jawf. A pesar de los informes de ataques en estas áreas, no se han dado a conocer cifras de víctimas, lo que es típico de los informes hutíes, que a menudo omiten detalles sobre las bajas en su lado de las hostilidades.

Estos últimos ataques aéreos llegaron justo horas después de que los Hutis anunciaron que llevarían a cabo nuevas ofensivas contra el aeropuerto Ben Gurion, el principal aeropuerto internacional de Israel. También advirtieron a las aerolíneas internacionales que evitaran sobrevolar el área, lo que establece un contexto más amplio de tensión regional que ha comenzado a afectar a otras naciones y acciones internacionales.

Por la mañana de ese mismo día, un cohete lanzado por los Hutis impactó cerca del mencionado aeropuerto, resultando en la lesión de al menos ocho personas. Este ataque causó un cráter de 25 metros cerca de la torre de control, según reportes de medios israelíes. Esta escalada de actos hostiles surge en un contexto donde los Hutis han intensificado sus ataques contra Israel desde noviembre de 2023, en un aparente esfuerzo por manifestar su solidaridad con el pueblo palestino en medio del intenso conflicto en Gaza.

Los Hutis han expresado que están dispuestos a cesar los ataques si Israel interrumpe sus operaciones militares en Gaza y permite la entrada de ayuda humanitaria en la franja costera. Sin embargo, a medida que la situación se intensifica, Estados Unidos ha respondido aumentando su campaña de ataques aéreos contra las posiciones hutíes, buscando debilitar la capacidad militar del grupo y detener su influencia en la región.

Desde el 15 de marzo, Washington ha ampliado su campaña aérea, lo que ha llevado a los Hutis a lanzar ataques contra buques portaaviones y de combate estadounidenses en el Mar Rojo y el Mar Arábigo, intensificando así un conflicto que parece no tener fin a la vista y que continúa causando un sufrimiento humano incalculable.