Alejandro Picado y Mauricio abogan por proyectos de emergencia en Daniel Oduber.

Los agentes judiciales destacados en la lucha contra la corrupción de la división de la Agencia de Investigaciones Judiciales (OIJ) están llevando a cabo un total de 22 ataques en diferentes áreas del país. Esta operación se realiza bajo la dirección funcional del ministerio público, en colaboración efectiva con la Oficina de Probabilidad, Transparencia y Corrupción del Fiscal, lo que resalta la importancia de la interinstitucionalidad en la lucha contra la corrupción.

El objetivo principal de estas acciones es detener a cuatro hombres que son considerados sospechosos en relación con crímenes de influencia que afectan negativamente a la hacienda pública y a la influencia de un vendedor. Este tipo de corrupción es especialmente dañina, ya que compromete recursos públicos y afecta a la sociedad en su conjunto, deslegitimando instituciones y erosionando la confianza de la ciudadanía.

Según el informe preliminar sobre el caso, los hechos que están bajo investigación parecen haber comenzado el 21 de junio de 2023. En este contexto, la oficina del fiscal ha confirmado el arresto del Presidente de la Comisión Nacional de Emergencia, Alejandro Picado, y del ex ministro de MOPT, Mauricio Batalla. Además, hay dos detenidos más, identificados como Villalobos y Castillo, lo que sugiere una red de complicidad que podría implicar a más actores de importancia en el manejo de recursos públicos.

Uno de los sospechosos, presuntamente relacionado con la Comisión Nacional de Atención Santa y la Emergencia de Riesgo, habría solicitado al Gobierno Central la inclusión de la Liberia Cantónica, ubicada en la provincia de Guanacaste, en la lista de áreas afectadas por las consecuencias de las ondas tropicales 11 y 12, así como por tormentas tropicales. Esto fue supuestamente con el objetivo de gestionar procesos de presentación bajo el régimen excepcional establecido por la legislación nacional en casos de emergencia y superación de riesgos.

Esta solicitud, que se vincula con el acto corrupto, tenía la intención de alquilar el nombre: «Rehabilitación por emergencias en las obras de piso y lluvia del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber Quirós» a una empresa constructora privada, para que llevara a cabo los trabajos necesarios. Al parecer, el contrato fue firmado el 29 de enero de 2024, lo que indica que el proceso se inició con el objetivo de asegurar contratos públicos a través de prácticas corruptas.

Posteriormente, se informó que la constructora había comenzado el proyecto de reparación, el cual debía ajustarse a los términos y especificaciones de Cartams, definidos por la Unidad de Infraestructura de Aviación de la Aviación Civil de la Dirección General. Estas especificaciones no solo contemplaban la rehabilitación de la superficie de la pista, sino también la recuperación de las capas subyacentes, lo que extendería significativamente la vida útil de la pista y evitaría daños futuros ocasionados por las condiciones climáticas adversas mencionadas.

A pesar de lo anterior, durante el transcurso del proyecto, la empresa constructora solicitó la implementación de un proceso de ingeniería de valor, sugiriendo que no era necesario restaurar algunas capas subyacentes de la pista, argumentando que se encontraban en condiciones adecuadas. Esta modificación podría haber tenido como objetivo cambiar el contrato original y beneficiar así a la empresa a expensas del interés público.

Los agentes de OIJ llegaron a las casas de los detenidos.

Las autoridades de la unidad ejecutiva y de la Unidad de Infraestructura de Aviación Civil comenzaron a expresar preocupación por este cambio de planes. Desde ese momento, se presume que los sospechosos comenzaron a ejercer presión sobre el personal encargado del proyecto. Esto incluyó intentos de coacción, sobre todo sobre la persona a cargo de la Unidad de Ejecución, quien mostraba resistencia a aceptar la variación en las disposiciones del proyecto, indicando que la calidad de los trabajos se vería comprometida, afectando así el valor de los beneficios previstos.

El monto inicial de licitación se estimó en aproximadamente $40 millones, mientras que la cantidad con ingeniería de valor se vio incrementada en alrededor de 4 millones de dólares, lo que representa una alteración significativa en los costos originales y una potencial pérdida de recursos públicos. Es por ello que las 21 acciones de incautación se llevaron a cabo el martes a las 06:00. Los agentes de la OIJ operaron con el propósito de arrestar a estos cuatro hombres en localidades como Curridabat y Pavas en San José, Oreamuno en Cartago y Santa Bárbara en Heredia, además de recoger evidencia relevante para la investigación.

Finalmente, todos los detenidos permanecerán bajo la supervisión del ministerio público, a la espera de que se determine su estado legal y las acciones legales pertinentes que se tomarán en su contra. Este importante avance en la lucha contra la corrupción pública pone de manifiesto el compromiso estatal de mantener la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de recursos públicos.