Chinchilla y Rodríguez invitados por Machado a Oslo para el Premio Nobel – el Observador CR – Hoy cr

Los expresidentes de la república Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez forman parte del grupo invitado por la líder opositora venezolana María Corina Machado a asistir a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz el miércoles.

Sin embargo, ambos descartan individualmente poder asistir al evento en Oslo, Noruega. Además, hasta el martes existen dudas sobre si la opositora de Nicolás Maduro pudo viajar desde Caracas, donde se encuentra escondida. Una conferencia de prensa prevista para ella fue cancelada el martes.

Rodríguez agradeció la invitación pero confirmó por teléfono que no podría asistir.

«Pero por el ridículo juicio que se inició este año 24 años después y por la salud de Lorena, tuve que disculparme. Pido a Dios que recibir este gran honor y merecido reconocimiento sea una señal de libertad para la querida nación venezolana», escribió el expresidente de 1998 a 2002.

El expresidente asistirá procedimientos legales sobre el caso de reaseguro y la ex primera dama Lorena Clare enfrenta cáncer y está en tratamiento.

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«Lo celebraré con muchas ganas e ilusión», afirma Chinchilla

La expresidenta Chinchilla, por su parte, lamentó no asistir al acto oficial por invitación de Machado, pero agregó que «celebraré con entusiasmo y entusiasmo un evento tan impresionante».

Chinchilla destaca que el Premio Nobel de la Paz de 2025 reconoce la «lucha heroica» de Machado contra la dictadura de Nicolás Maduro.

El expresidente de 2010 a 2014 recuerda en sus redes sociales el último encuentro con el líder venezolano en 2017. Desde entonces, el régimen chavista prohibió la entrada al costarricense a Venezuela.

“La última vez que pudimos vernos y abrazarnos fue en Caracas en 2017. Entonces el régimen ya no me permitió entrar a tu país y trataron de castigarte quitándote el pasaporte y cualquier posibilidad de salir de Venezuela”.

«No sabían que con esta supuesta contención darían origen al liderazgo más poderoso que su país y nuestra región han tenido en los últimos tiempos en la lucha por la democracia y la libertad», escribió.

Esperando en Oslo

Decenas de venezolanos exiliados viajaron a la capital noruega para acompañar al líder opositor de 58 años, que se encuentra escondido desde agosto de 2024 y no es visto en público desde enero.

La Fundación Nobel había anunciado durante el fin de semana la presencia de Machado para recoger el premio, que incluye una medalla de oro, un diploma y una suma de 1,2 millones de dólares.

Pero el martes una aparición ante los medios fue inicialmente pospuesta y luego cancelada.

«La propia María Corina Machado ha dicho lo difícil que ha sido venir a Noruega», dijo Erik Aasheim, portavoz de la Fundación Nobel.

«Esperamos que asista a la ceremonia del Nobel el miércoles en el Ayuntamiento de Oslo», añadió.

El exjefe de campaña de Machado dejó claro el martes que su oponente ya abandonó Venezuela pero regresará.

«¿Cómo podemos pensar que María Corina no regresará y permanecerá en el exilio», dijo Magalli Meda en un comunicado publicado en X.

“No existe (…) Es como decirle a una madre que va a dejar de querer a sus hijos”, agregó en la cuenta @ConVzlaComando.

En noviembre, el ministro de Justicia de Venezuela advirtió a la AFP que la premio Nobel de la Paz sería considerada una «refugiada» si abandona el país.

Asisten familiares y aliados

Mientras el paradero del protagonista sigue siendo un misterio, familiares, aliados políticos y varios presidentes sudamericanos esperan en Oslo.

Por la tarde llegaron el opositor Edmundo González Urrutia, candidato a las elecciones presidenciales de 2024 que vive exiliado en España, y el presidente argentino, Javier Milei.

A la ceremonia también están invitados los mandatarios de Panamá, José Raúl Mulino; Ecuador, Daniel Noboa y Paraguay, Santiago Peña.

En el Gran Hotel, donde suelen alojarse los premios Nobel, la madre del laureado, Corina Parisca, su hermana y al menos dos de sus tres hijos dijeron que no sabían dónde estaba, pero confiaban en su llegada.

«Si Dios quiere, sucederá», se hicieron eco familiares y fanáticos anónimos que esperaban afuera del hotel para ver «si aparece».