EE. UU. Clasifica a dos pandillas haitianas como organizaciones terroristas.

Washington, 2 de mayo. (Europe Press) – Las autoridades de Estados Unidos han tomado la decisión de imponer sanciones severas a dos notorias pandillas criminales operando en Haití, conocidas como Gran Grif y Viv Ansanm. Estas organizaciones han sido designadas como terroristas debido a su implicación en actos de violencia y su participación activa en la creciente crisis de seguridad en el país caribeño. La designación pone de relieve la preocupación internacional por la ingobernabilidad en Haití y la escalofriante realidad que enfrenta su población.

La Oficina de Control de Activos Exteriores del Tesoro de EE. UU. (OFAC) ha incluido a estas dos pandillas en su lista de entidades sancionadas, considerando que operan como «organizaciones terroristas transnacionales». Este movimiento está destinado a debilitar la capacidad de estas bandas para operar libremente, exponiendo su estructura financiera y limitando su acceso a recursos esenciales que podrían facilitar sus actividades delictivas. La decisión también tiene implicaciones legales y económicas que impactarán a individuos y entidades que brinden «ayuda material» o «recursos» a estas organizaciones criminales.

La Coalición Viv Ansanm es una agrupación que abarca más de veinte de los grupos criminales más peligrosos en Haití, que han estado involucrados en actos violentos que han sembrado el caos en el país durante años. La designación de estas organizaciones como terroristas representa no solo un golpe a sus operaciones, sino también una señal clara de la creciente preocupación por la ola de crimen y violencia que ha afectado gravemente a la vida cotidiana de los haitianos.

Estadísticas alarmantes publicadas por las Naciones Unidas indican que, durante el primer trimestre de 2025, el número de muertes relacionadas con la violencia de gangas superó las 1,600, y más de 580 personas resultaron heridas durante este periodo. La situación humanitaria se ha vuelto crítica, ya que el número de haitianos desplazados dentro del país ha excedido un millón, lo que representa un aumento del 48% en comparación con las cifras de septiembre de 2024, reflejando la desestabilización exacerbada por estos conflictos.

La mayor parte de los actos de violencia han tenido lugar en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, que se ha convertido en un epicentro del abuso y la inestabilidad, seguido de cerca por el Departamento de Artibonito, el Departamento Central y el Norte del país. Las autoridades enfrentan un desafío monumental a la hora de restaurar la paz y la seguridad en un entorno marcado por la desconfianza y el pavor que han impuesto las pandillas en la sociedad haitiana.