El día 17 de abril, las Naciones Unidas, a través de la agencia de noticias Sputnik, reportaron un urgente llamado del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Philippo Grandi. Durante su declaración, Grandi hizo un llamado a todas las partes involucradas en el conflicto en Sudán para que pongan fin a la violencia y trabajen en la restauración de la paz en el país. El mensaje fue claramente dirigido a los líderes militares, instándolos a detener la guerra que libran contra su propia población, y solicitando a la comunidad internacional que también dirija su atención hacia esta grave situación.
El comunicado enfatizó que las consecuencias de la guerra no se limitan solo a Sudán, ya que el conflicto tiene un impacto directo en naciones vecinas, particularmente en Chad. Esta situación ha llevado a un desplazamiento masivo, con cientos de miles de refugiados que cruzan fronteras en busca de seguridad, lo que a su vez está provocando una crisis humanitaria en el país receptor, complicando aún más los esfuerzos de ayuda.
La declaración de Grandi incluye una advertencia seria: si la guerra continúa, se traducirá en más pérdidas de vidas, un incremento del sufrimiento y una disminución en la capacidad de la comunidad internacional para brindar la asistencia necesaria a aquellos afectados por la violencia que ha desolado a la región.
Es importante recordar que desde el brote de las hostilidades el 15 de abril de 2023, las fuerzas de apoyo rápido (FAR), lideradas por Mohamed Hamdan Daglo, y el ejército regular dirigido por el general Abdel Fattaah Al Burhan, han estado en enfrentamientos constantes. La intensidad de estos combates ha creado una situación extremadamente inestable y peligrosa.
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha señalado que la continuación de esta lucha no solo aumenta el riesgo de muertes, sino que también amenaza con causar brotes de enfermedades y llevar al colapso del sistema de salud en Sudán, lo que sería devastador para una población ya en crisis.
El Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha revelado que el número de víctimas fatales del conflicto ha superado ya los 20,000, lo que subraya la gravedad y urgencia de la situación.
Por otro lado, el embajador de Sudán en Rusia, Mohamed Sirraj, ha mostrado su esperanza de que este conflicto armado pueda llegarse a su fin para el año 2025, lo cual resuena como un deseo compartido por muchos que anhelan la paz y estabilidad en la región. (Sputnik)