El reconocido actor estadounidense Hackman de genes, quien fue galardonado con dos premios Oscar, ha sido encontrado fallecido junto a su esposa, el pianista Betsy Arakawa, de 63 años, en su hogar ubicado en Santa Fe, Nuevo México. La trágica noticia ha conmocionado a sus seguidores y amigos en la industria del cine, ya que Hackman, a la edad de 95 años, era considerado uno de los actores más versátiles y respetados de Hollywood.
El actor Gene Hackman y su esposa murieron en su domicilio
Las autoridades locales han confirmado la muerte de la pareja, así como la de su perro. Hasta el momento, no se han dado a conocer muchos detalles respecto a las circunstancias que rodean el fallecimiento. Según declaraciones de la policía, «todo lo que puedo decir es que estamos en medio de un investigación preliminar de muerte, y estamos a la espera de la aprobación de una orden de registro», indicaron el miércoles por la noche antes de que su agencia identificara oficialmente a la pareja.
Hackman se trasladó a Santa Fe en la década de 1980 y, en los años posteriores, fue un rostro familiar en la comunidad. Fue un miembro activo del consejo del Museo Georgia O’Keeffe en la década de los 90, interviniendo en diversos actos y eventos, incluso pronunciando un discurso inaugural cuando el museo abrió sus puertas por primera vez en 1997, de acuerdo con un informe del periódico Nuevo Mexicano.
Una trayectoria cinematográfica icónica
Gene Hackman saltó a la fama gracias a su actuación como el detective Jimmy «Popeye» Doyle en La conexión francesa (1971), por la cual recibió su primer Oscar al Mejor Actor. Este film, dirigido por William Friedkin, es famoso por su emotiva y emblemática persecución en automóvil a través de las calles de Nueva York. Más de dos décadas más tarde, Hackman obtuvo su segundo premio de la Academia al Mejor Actor por su interpretación del infame sheriff «Little Bill» Daggett en Sin perdón (1992), una obra maestra dirigida por Clint Eastwood.
A lo largo de su impresionante carrera que abarcó cinco décadas, Hackman participó en más de 80 películas y recibió cuatro nominaciones adicionales al Oscar, una hazaña que subraya la magnitud de su talento. Personalidades del cine como Alan Parker han elogiado su arte, clasificándolo como uno de esos actores con los que cualquier director sueña trabajar.
Entre sus papeles más memorables se encuentran el perito de seguridad Harry Caul en La conversación (1974), el ex sheriff en Mississippi en llamas (1988) y el singular patriarca Royal Tenenbaum en Los Tenenbaums (2001), que le valió un Globo de Oro.
Después de su servicio militar, Hackman exploró diversas profesiones antes de descubrir su verdadera vocación en la actuación. Estudió en la casa de juegos en Pasadena, California, donde fue considerado «poco prometedor», junto a su amigo Dustin Hoffman. Sin embargo, su dedicación y tenacidad lo llevaron a Broadway, donde hizo su debut en Cualquier miércoles, lo cual abrió las puertas del cine para él.
Su primera aparición importante en el cine se produjo con Bonnie y Clyde (1967), donde interpretó a Buck Barrow, el hermano del personaje principal, interpretado por Warren Beatty. Esta actuación le valió su primera nominación al Oscar, seguido por otra por su papel en Nunca canté por mi padre (1970).
A lo largo de su carrera, Hackman optó por evitar el típо camino de las estrellas de Hollywood, centrando su atención en la calidad de sus trabajos. “Estoy entrenado para ser actor, no una estrella”, comentó en una ocasión, reflejando su enfoque sobre el arte de la actuación. Su estilo natural y la habilidad para dar vida a personajes ordinarios con profundidad lo convirtieron en un referente del teatro estadounidense.
En las últimas etapas de su carrera, Hackman brilló en películas como Mississippi en llamas, La firma, El robo y Los Tenenbaums, esta última produciendo su tercer Globo de Oro.
A pesar de sus innumerables éxitos, Hackman evitaba observar sus propias películas. “Verme en la pantalla me resulta muy emotivo”, confesó en una entrevista.
En 2008, anunció su decisión de retirarse del cine para dedicarse a la escritura y la pintura. Desde entonces, ha vivido en Santa Fe, disfrutando de una vida tranquila alejada del bullicio de la industria cinematográfica.
