Nueva Delhi, 9 de mayo (Sputnik) .- En un hecho significativo, el ejército indio ha declarado que ha llevado a cabo con éxito una serie de operaciones que han neutralizado drones paquistaníes en zonas cercanas a la frontera entre ambos países, según ha informado el Ministerio de Defensa de la India. Este episodio se enmarca en una larga historia de tensiones entre India y Pakistán, donde ambos países han estado en conflicto por diversas razones, incluyendo disputas territoriales y diferencias ideológicas.
El Ministerio de Defensa detalló que, durante la noche del 9 de mayo, las fuerzas armadas de Pakistán lanzaron varios drones junto con otros proyectiles a lo largo de su frontera occidental. No obstante, las fuerzas indias respondieron de manera efectiva, lo que pone de relieve la capacidad del ejército indio para actuar con rapidez y determinación en momentos de crisis. La comunicación fue compartida a través de la plataforma de comunicación X, lo que indica un intento de mantener informados al público y a los aliados sobre las acciones en curso.
Las relaciones entre India y Pakistán se agudizaron tras un ataque en Pahalgam, en la región de Jammu y Cachemira, ocurrido el 22 de abril, donde 25 ciudadanos indios y un nepalés perdieron la vida. Este trágico evento ha sido un punto de inflexión, ya que India ha afirmado contar con pruebas que apuntan a la implicación de la inteligencia paquistaní en el ataque, atribuido al grupo extremista Lashkar-e-Taiba, que está prohibido en varios países, incluyendo Rusia.
Ante esta escalada de violencia, ambos países han impuesto restricciones mutuas, suspendiendo acuerdos bilaterales e incluso cerrando el espacio aéreo para los vuelos comerciales entre ellos. Esta situación ha generado una alarma considerable en la comunidad internacional y ha resaltado la fragilidad de la paz en esa región.
El 7 de mayo, en las primeras horas de la mañana, el ejército indio lanzó una operación denominada «Sindoor», en la cual se atacaron nueve objetivos en territorio paquistaní y en regiones de Cachemira controladas por Pakistán. Según las fuentes oficiales del ejército de Pakistán, este ataque dejó un saldo de 26 fallecidos y 46 heridos, lo que ha intensificado aún más las tensiones entre ambos países.
En respuesta a estos ataques, Pakistán llevó a cabo represalias, y el Ministerio de Defensa de la India informó que al menos 16 civiles, en áreas de Jammu y Cachemira, murieron debido a violaciones del alto al fuego por parte del ejército paquistaní a lo largo de la línea de control. Este intercambio de ataques y contraataques refleja la complejidad y la gravedad del conflicto entre ambos países, poniendo en riesgo la estabilidad de la región.
Así, la situación se mantiene tensa y es un recordatorio de las dificultades que enfrentan India y Pakistán en sus esfuerzos por alcanzar una paz duradera en la región, mientras que la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos acontecimientos.