Port Príncipe, 14 de abril (Latin Press) – La actual situación de seguridad en Haití se ha visto recientemente ensombrecida por un escándalo que involucra a la Policía Nacional de Haití, que ha generado críticas significativas en la población local. En el transcurso de las operaciones más recientes, se ha reportado que varios miembros de las fuerzas policiales abandonaron sus puestos de vigilancia, lo que resultó en una situación crítica donde delincuentes aprovecharon la ocasión para hacer de las suyas.
En las últimas horas, la violencia se desató cuando un grupo de bandidos hirió de gravedad a cinco agentes de la policía, incendiaron tres vehículos de servicio y sustrajeron equipos esenciales, además de perder a un sexto integrante de su grupo. Todo este caos se desató después de que algunos miembros de las fuerzas del orden dieran prioridad a la satisfacción personal, al responder a una invitación de una mujer identificada como Taina Derilus, quien les ofreció un encuentro social que resultó ser una distracción de sus deberes.
Esta situación de indisciplina se llevó a cabo en la zona de Kenscoff, donde los agentes habían estado asignados para supervisar la seguridad, pero en su lugar, optaron por disfrutar de un tiempo de esparcimiento. Este acto de negligencia ha sido categorizado como una falta grave por las autoridades, dado el contexto ya complejo y lleno de desafíos en materia de seguridad que enfrenta el país. Mientras las unidades policiales se entregaban a un momento de placer, las pandillas locales, al tanto de su ausencia, lanzaron un ataque sorpresa.
Los delincuentes lograron apoderarse de rifles de asalto, pistolas, municiones, así como chalecos antibalas y otros equipos tácticos, dejando a la Policía Nacional en una situación desventajosa. A raíz de estos sucesos, la Dirección General del periódico policial Vant ha prometido llevar a cabo una exhaustiva investigación para hacer responsable a los implicados y sancionar a aquellos que mostraron negligencia en sus deberes, particularmente porque se habían comprometido a garantizar la seguridad de la población correspondiente.
Una fuente citada por el mismo medio indicó que el evento pone de manifiesto las graves deficiencias en la asignación, supervisión y mantenimiento de la disciplina dentro de la institución policial. Esto es especialmente alarmante en un país que ya presenta un contexto de creciente inestabilidad y violencia. La indignación generalizada en la opinión pública requiere que las autoridades policiales asuman medidas inmediatas para reconstruir la confianza perdida y asegurar la integridad de sus operaciones en el terreno.
Por su parte, el periódico Le Nouvellistes ha dado a conocer que ya se ha emitido una orden de búsqueda y captura contra Taina Derilus, quien presuntamente actuó como un eslabón entre los miembros de la policía y otras mujeres implicadas en el escándalo. Esta fuente también hizo referencia a la posibilidad de que ella esté en colusión con grupos criminales locales, lo que complicaría aún más la situación para las autoridades en su intento de controlar la violencia que asola diversas áreas del país.