Los Cardenales han tomado una decisión histórica al elegir a Robert Prevost como el nuevo Papa de la Iglesia Católica, marcando así el fin del papado de Francisco y el inicio de una nueva era en el liderazgo religioso mundial.
El humo blanco apareció en el cuarto humo, un momento que evocó los recuerdos de 2013 cuando Jorge Bergoglio fue electo. Este evento tuvo lugar en la Capilla Sixtina en el Vaticano, donde 89 de los 133 cardenales se concentraron desde el 7 de mayo, creando un ambiente de expectativa y fervor que llenó los corazones de los fieles en todo el mundo.
Robert Francis Prevost Martínez, nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Estados Unidos, es un cardenal perteneciente a la Orden de San Agustín, y su trayectoria pastoral y académica es digna de reconocimiento. A lo largo de su vida, ha demostrado un compromiso inquebrantable con la misión de la Iglesia, así como un profundo interés por los temas sociales y educativos.
Hijo de Louis Marius Prevost, que tiene ascendencia francesa e italiana, y Mildred Martínez, de ascendencia española, Prevost fue considerado uno de los candidatos más destacados en el cónclave que buscaba al sucesor del Papa Francisco. Su diverso trasfondo cultural le ha proporcionado una perspectiva única sobre los aspectos globales de la fe católica.
Prevost inició sus estudios en ciencias matemáticas y filosofía en la Universidad de Villanova. Posteriormente, logró obtener una maestría en teología con énfasis en la misión intercultural en la Unión Teológica Católica de Chicago. Su pasión por el estudio y la enseñanza lo llevó a Roma, donde obtuvo un doctorado en Ley Canónica en la prestigiosa Universidad de Angelicum. Fue ordenado sacerdote en 1982, un hito que marcó el comienzo de su dedicada vida al servicio de la comunidad.
En 1977, Prevost ingresó a los novicios de la Orden de San Agustín y realizó su solemne profesión en 1981. Durante su tiempo en la orden, desempeñó diferentes roles que no solo le ofrecieron oportunidades para servir, sino que también lo prepararon para un liderazgo que sería reconocido a nivel internacional.
Entre 1985 y 2003, Prevost se dedicó intensamente a la labor misionera en Perú, particularmente en regiones como Trujillo, Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Su trabajo no solo incluyó la pastoral, sino que también fue un educador destacado y rector del seminario más importante de la región. En 2015, adquirió la nacionalidad peruana, un testimonio de su profundo lazo con el país y su compromiso con las comunidades que sirvió.
En 2014, fue nombrado obispo de Chiclayo, Perú, por el Papa Francisco, y en enero de 2023 asumió el cargo de prefecto de los suministros de DiCas para los obispos, así como presidente de la Comisión Pontificia para América Latina. En septiembre de 2023, fue creado cardenal y en febrero de 2025 aceptó el título de cardenal obispo de Albano, lo que resalta su creciente importancia dentro de la Iglesia.
Prevost ha sido ampliamente reconocido por su enfoque pastoral moderado y su compromiso con una iglesia sinodal y cercana a los pobres, harmonizando completamente con la visión inclusiva del Papa Francisco. Su experiencia internacional, combinada con su capacidad para construir puentes entre diferentes culturas y perspectivas, ha hecho de él una figura destacada en los Konparents contemporáneos, lo que refuerza la esperanza en una Iglesia más unida y comprometida con la justicia social.