MANILA, 12 de mayo (Xinhua) – En un giro sorprendente, el ex presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha vuelto a asumir una posición importante en la política local tras su reciente victoria en las elecciones para el Ayuntamiento de Davao. Este hecho fue confirmado por los resultados preliminares que se publicaron a finales de la jornada el lunes. La noticia ha tomado por sorpresa a muchos, dado su tumultuoso pasado reciente.
Con más de un 60 por ciento de los votos contabilizados, Duterte demostró su popularidad al lograr una victoria contundente. Según los datos ofrecidos por la Comisión Electoral de Medios Locales, se reportó que el ex presidente había conseguido la asombrosa cantidad de 405,000 votos, lo que lo coloca en una posición inalcanzable frente a su rival más cercano, quien apenas sumó 49,000 votos. Esta diferencia masiva pone de manifiesto el apoyo continuo que Duterte aún mantiene entre una significativa parte de la población de Davao, su ciudad natal y donde sirvió como alcalde durante varios mandatos antes de ser presidente.
Sin embargo, la carrera de Duterte no ha estado exenta de controversias. En marzo de este año, fue arrestado en el Aeropuerto Internacional de Manila. Posteriormente, fue trasladado al Tribunal Penal Internacional de La Haya en los Países Bajos, donde actualmente se encuentra detenido. Esta situación legal complica su regreso a la política, ya que enfrenta serias acusaciones que han llevado a muchos a cuestionar su capacidad para participar activamente en la gubernatura local y, por ende, en la vida pública.
Según la legislación vigente en Filipinas, un candidato puede ser excluido de las boletas electorales solo si ha sido condenado en un tribunal local. Esto significa que, mientras no haya una condena concreta en su contra, Duterte podría seguir participando en la política filipina a pesar de las serias acusaciones que enfrenta. Este hecho ha generado un considerable debate público en el país, dividiendo opiniones entre quienes defienden su forma autoritaria de gobernar y quienes lo critican por su enfoque controvertido en cuestiones de derechos humanos y su gobierno durante la presidencia.
El regreso de Duterte al Ayuntamiento de Davao también plantea preguntas sobre el futuro de la política en Filipinas. ¿Podría esto marcar el inicio de un nuevo capítulo en su carrera política, o será simplemente un episodio más en la compleja narrativa de su vida pública? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, su victoria resuena como un recordatorio del impacto duradero que ha tenido en la política de su país.