El gasto militar global creció un 9,4% en comparación con 2024, impulsado por Europa, incluyendo a Rusia, y el Medio Oriente.

Estocolmo, 28 de abril (Europe Press) – El análisis reciente sobre el gasto militar mundial ha revelado que este ha alcanzado la impresionante cifra de $2024, un aumento notable del 9.4% en términos reales en comparación con el año anterior, 2023. Este incremento es significativo, marcando el aumento más desmedido desde la Guerra Fría, lo que suscita preocupaciones sobre el rumbo y las prioridades globales en un contexto marcado por tensiones geopolíticas. El Instituto Internacional de Estudios de Paz de Estocolmo (SIPRI) ha detallado en su informe que, a lo largo del año 2024, el gasto militar ha crecido consistentemente en todas las regiones del mundo.

Los datos muestran que es el décimo año consecutivo de escalada en el gasto militar, subrayando una tendencia que parece no tener fin. Se señala además que los 15 países con los presupuestos militares más altos han incrementado sus asignaciones a sus fuerzas armadas, lo que ha llevado a que el gasto militar global represente un 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial en 2024. Este fenómeno global tiene raíces en diversos factores, desde conflictos regionales hasta la creciente beligerancia entre naciones.

En términos de cifras concretas, los cinco países que encabezaron la lista de mayor gasto militar son Estados Unidos, China, Rusia, Alemania e India, y juntos suman una abrumadora cifra de $1,635,000 millones, lo que equivale al 60% del gasto militar a nivel mundial. Este vínculo entre el gasto militar y las tensiones internacionales es innegable e inquietante.

Cuando analizamos por regiones, el aumento en Europa, que incluye a Rusia, se destaca con un incremento del 17%, alcanzando los $693 mil millones, convirtiéndose en el eje principal del aumento global del gasto militar para este año. Este fenómeno ha sido directamente atribuido a las repercusiones del conflicto en Ucrania. De hecho, el informe de SIPRI indica que el nivel de gasto en Europa ha superado lo registrado a finales de la Guerra Fría, lo cual es indicador de una militarización sin precedentes. La mayor parte de los países europeos ha incrementado sus presupuestos de defensa en 2024, a excepción de Malta.

Rusia gasta el 7% de su PIB y Ucrania tuvo la mayor carga del mundo

Rusia, en particular, ha disparado su gasto militar en un 38% en relación con 2023, alcanzando la cifra de $149,000 millones. Este gasto representa el 7.1% de su PIB y un 19% del gasto público total, lo cual refleja una clara decisión política ante la creciente tensión internacional. Por su parte, Ucrania también ha incrementado su gasto militar, ahora alcanzando un 2.9% de su PIB, que equivale a $64.7 mil millones, lo que representa un 43% del gasto militar ruso. Este contexto coloca a Ucrania en una posición delicada, ya que, con el 34% de su PIB destinado a la defensa, carga con la mayor proporción militar del mundo en 2024.

Diego Lopes da Silva, un destacado investigador del programa de gastos militares de SIPRI, señala que la diferencia de gasto entre Rusia y Ucrania sigue informando sobre una brecha creciente, donde Ucrania asigna todas sus recursos fiscales a su esfuerzo de defensa. Esto, advierte, plantea serios desafíos, dado el contexto presupuestario restringido que enfrenta el país.

En Europa Central y Occidental, varios países han registrado aumentos sin precedentes en sus gastos militares. Por ejemplo, Polonia ha visto elevar su presupuesto militar en un 31%, alcanzando $38,000 millones, lo que equivale al 4.2% de su PIB. Alemania, por otro lado, aumentó su gasto en un 28%, sumando $88.5 mil millones, lo que la convierte en la nación con mayor gasto en la región central y occidental del viejo continente. Sin lugar a dudas, el fondo de defensa especial de 100,000 millones de euros anunciado por el gobierno alemán en 2022 ha tenido un impacto considerable en este aumento.

«Por primera vez desde la reunificación, Alemania ha ascendido a ser el país con el mayor gasto militar en Europa occidental», explica Lorenzo Scarazzato, investigador de SIPRI. «Las decisiones recientes adoptadas por Alemania y otros muchos países europeos indican que estamos ingresando a una era de gasto militar elevado que probablemente persistirá en los próximos años», añade, dando eco a las preocupaciones sobre el militarismo en Europa.

Los países de la OTAN se inscriben que alcanza el 2% del PIB

En el ámbito de la OTAN, es relevante mencionar que todos los estados miembros han incrementado su gasto militar para 2024. El total de los gastos de los miembros de la alianza asciende a $506 mil millones, lo que representa el 55% del gasto militar mundial. De los 32 miembros de la organización, 18 ya asignaron al menos el 2% de su PIB para fortalecer sus fuerzas armadas, conforme a la metodología adoptada por SIPRI. Este número ha crecido respecto a los once países que cumplían este mismo criterio en 2023, marcando el registro más alto desde que la OTAN recomendó esta directriz en 2014.

Estados Unidos, que representa una parte significativa de la financiación de la alianza, también ha incrementado su gasto militar en un 5.7%, alcanzando los $997,000 millones. Esto constituye el 66% de los gastos totales de la OTAN y el 37% de los gastos militares globales en 2024. Una parte importante de este presupuesto se destina a modernizar capacidades y su arsenal nuclear, buscando mantener una ventaja estratégica sobre Rusia y China. En conjunto, los miembros europeos de la OTAN han gastado $454,000 millones, lo que representa el 30% del total de la alianza.

Jade Guibrteau Ricard, investigador del programa de gastos y armas del SIPRI, atribuye el aumento del gasto entre los miembros de la OTAN a la «persistente amenaza de Rusia y las inquietudes sobre una posible retirada de Estados Unidos» de la alianza. Cuidado, subraya, que un incremento en el gasto militar «no necesariamente se traduce en una capacidad militar significativamente mayor o una mayor autonomía de Estados Unidos», sino que puede complicar aún más los objetivos estratégicos.

En el tiroteo del Medio Oriente

En el contexto del Medio Oriente, el gasto militar alcanzó cifras significativas, estimándose por SIPRI en $243,000 millones, lo que representa un aumento del 15% en comparación con 2023, y un 19% más que en 2015. Este aumento ha sido impulsado en gran medida por la situación en Israel y Líbano.

Israel, por ejemplo, experimentó un salto en su gasto militar del 65% en 2024, alcanzando los $46.5 mil millones, el mayor aumento anual desde la Guerra de los Seis Días en 1967, en medio de la ofensiva en Gaza y el aumento del conflicto con Hezbollah en el sur de Líbano. El gasto militar dentro de este país se ha elevado al 8.8% de su PIB, lo que lo convierte en el segundo mayor gasto militar del mundo en proporción a su economía.

En contraste, Irán experimentó una caída del 10% en su gasto militar en términos reales en 2024, cifra que se sitúa en $7.9 mil millones. Este descenso se interpreta como un reflejo de las sanciones internacionales, que han limitado la capacidad de Teherán para incrementar su inversión en defensa.

China y sus vecinos continúan con refuerzo militar

Por otro lado, China, que ostenta el segundo mayor gasto militar a nivel mundial, ha elevado sus fondos de defensa en 2024, llegando a $314,000 millones, una tendencia que se ha observado durante más de tres décadas. El país ha concentrado el 50% del gasto militar total en Asia y Oceanía, comprometido en modernizar continuamente sus fuerzas armadas. Su enfoque incluye la mejora de capacidades cibernéticas y la expansión de su arsenal nuclear.

Japón también ha incrementado su gasto militar, alcanzando un aumento del 21% y un total de $55.3 mil millones, el mayor crecimiento anual desde 1952. Mientras tanto, India, con un gasto militar que ocupa el quinto lugar a nivel mundial, ha aumentado su inversión en un 1.6%, sumando $86.1 mil millones. Taiwán no se queda atrás y ha aumentado su gasto militar en un 1.8% del PIB, alcanzando $16,500 millones, reflejando las tensiones en la región.

El Director del Programa de Producción de Gastos Militares y Producción de Armas de SIPRI, Nan Tian, advierte que «los países más relevantes con alto gasto militar en la región de Asia y el Pacífico están dedicando cada vez más recursos al desarrollo de capacidades militares avanzadas», lo que puede propiciar una carrera armamentista peligrosa en una región ya marcada por diversas disputas y altas tensiones.