El ministro de Asuntos Exteriores chino afirma que XI Viajes a Rusia fortalece las amistades y promueve la equidad internacional.

Xi Jinping en Moscú, Rusia. Xinhua

Beijing, 10 de mayo (Xinhua) – La reciente visita del presidente chino, Xi Jinping, ha servido para fortalecer aún más la Asociación Integral de Coordinación Integral entre China y Rusia, un gesto que tiene implicaciones significativas en el ámbito geopolítico actual. Durante su estadía, Xi no solo reafirmó los lazos con Moscú sino que también desempeñó un papel clave en la discusión sobre cómo mantener un orden internacional estable en la era posterior a la guerra y en la promoción de un mundo multipolar que redefine el panorama político global.

Invitado por el presidente ruso, Vladimir Putin, Xi visitó Rusia para conmemorar el 80 aniversario de la victoria en la Gran Guerra Patriótica, un evento que tuvo lugar desde miércoles hasta sábado, y que simboliza el gran orgullo nacional de Rusia. Este contexto histórico no solo añade peso a la visita, sino que también refleja el compromiso de China de trabajar colaborativamente con otros países para abordar asuntos cruciales de la historia común.

En una sesión informativa, Wang, un miembro destacado de la Oficina Política del Comité Central del Partido Comunista de China, destacó la magnitud histórica de la visita. Se informó que Xi y Putin pasaron cerca de diez horas dialogando sobre temas de interés mutuo, un claro indicativo de la profundidad de su relación. Como resultado de estas discusiones, se firmó una declaración conjunta que profundiza la asociación estratégica integral entre las dos naciones y establece una ruta clara para el futuro de sus relaciones.

Ambas naciones han acordado seguir fortaleciendo su colaboración en diversos ámbitos, incluyendo cooperación económica, comercial y en el sector energético. Se llegó a un consenso sobre una nueva versión del acuerdo de protección de inversión, fundamental para contrarrestar la creciente ola de proteccionismo a nivel global. Este es un paso significativo para las relaciones económicas entre ambos países.

En relación a la crisis en Ucrania, Xi enfatizó el enfoque de China hacia la paz, reafirmando su apoyo a todos los esfuerzos que buscan una resolución pacífica del conflicto. Expresó que es fundamental tener en cuenta la seguridad legal de todos los Estados involucrados y enfatizó la necesidad de eliminar las causas subyacentes de la crisis en cuestión.

La participación de Xi en las celebraciones del Día de la Victoria el 9 de mayo es un reflejo del compromiso de China de colaborar con naciones alrededor del mundo para fomentar una comprensión histórica correcta sobre la Segunda Guerra Mundial.Además, esta participación subraya la importancia de proteger la estructura del orden internacional establecido después de la guerra, algo que, según Wang, es esencial en el actual escenario mundial.

En un mundo internacional marcado por la complejidad y la inestabilidad, tanto Xi como Rusia reafirmaron su compromiso con un sistema internacional que centre en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en un orden global basado en principios fundamentales del derecho internacional.

Wang también destacó que el regreso de Taiwán a la soberanía china es un resultado directo y positivo de la Segunda Guerra Mundial, afirmando que es una parte integral del orden internacional post-guerra. Independientemente de cómo evolucione la situación en Taiwán o de los desafíos que puedan plantear actores externos, Xi subrayó que la reunificación de China es una tendencia histórica que sigue siendo inevitable.

Durante su visita, Xi mantuvo un contacto significativo con líderes políticos de varios países que participaron en las celebraciones, llevando a cabo reuniones bilaterales con mandatarios de tres continentes. Esto permitió alcanzar un consenso amplio sobre la defensa del multilateralismo y la oposición a las políticas hegemónicas y de intimidación que afectan las relaciones internacionales.

Durante su encuentro con el líder de Myanmar, Min Aung Hlaing, Xi manifestó el apoyo de China a las reivindicaciones soberanas de Myanmar, así como a su estabilidad nacional e integridad territorial. Esta afirmación reafirma el compromiso de China con la soberanía y la independencia de sus aliados en la región.

Además, en sus reuniones con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y su homólogo venezolano Nicolás Maduro, Xi hizo hincapié en que los países latinoamericanos y caribeños deben ser tratados como naciones soberanas, sin considerarse el «patio trasero» de ninguna otra potencia. Ambos líderes expresaron su admiración por la visión de Xi sobre la construcción de una comunidad global y su disposición a combatir el proteccionismo y otras formas de control externo.

Finalmente, en sus encuentros con el presidente serbio Aleksandar Vucic y el primer ministro eslovaco Robert Fico, Xi subrayó la necesidad de China y la Unión Europea de trabajar conjuntamente para mantener el multilateralismo. Este enfoque no solo busca reforzar la cooperación económica, sino que también asegura un balance en el orden comercial mundial.