El presidente brasileño Bolsonaro no tiene un pronóstico positivo tras someterse a una operación de 12 horas.

En un acontecimiento que ha captado la atención del público en Brasil y más allá, el ex presidente Jair Bolsonaro, quien se desempeñó como líder del país desde 2019 hasta 2022, permanece en terapia intensiva tras haber sido sometido a una delicada y extensa operación quirúrgica que duró aproximadamente 12 horas. Este procedimiento tuvo lugar el pasado domingo en el Hospital DF Star, donde los médicos llevaron a cabo una laparotomía exploratoria para abordar problemas serios en su intestino, así como para realizar una reconstrucción de su pared abdominal, lo que representan un reto médico significativo.

El cardiólogo Leandro Echenique, quien habló en una conferencia de prensa el lunes, proporcionó actualizaciones sobre la salud del ex presidente. Aunque la operación fue extremadamente compleja y, sin duda, ha dejado a su entorno en un estado de alerta, Echenique afirmó que el procedimiento en su totalidad fue exitoso y que el ex presidente se encuentra bajo estricta vigilancia. Sin embargo, enfatizó que a pesar de que el resultado técnico de la operación fue positivo, Bolsonaro deberá ser objeto de un cuidado intensivo en los días posteriores a la intervención para prevenir cualquier complicación futura.

«El resultado final fue excelente; afortunadamente, no hubo complicaciones durante la cirugía», destacó Echenique ante los medios de comunicación. A lo largo de esta operación, el doctor Claudio Birolini, quien lideró el equipo quirúrgico, informó que se detectó un brote en el intestino delgado del ex presidente, lo que complicó la situación y se debió tratar de inmediato. Esta operación marca la sexta vez que Bolsonaro se somete a cirugía, una consecuencia directa de las heridas sufridas en un ataque con cuchillo durante un mitin político en 2018, hecho que ha tenido repercusiones duraderas en su salud y su vida política.

A pesar de las dificultades que ha enfrentado, Bolsonaro sigue siendo una figura central en la política brasileña, especialmente como líder de la oposición al actual gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Se ha encontrado en el centro de varias controversias y ha enfrentado juicios por abusos de poder político y el uso inadecuado de los medios durante su mandato. Estos eventos han llevado a que la justicia electoral tome medidas en su contra, afectando su participación política hasta, al menos, el año 2030. La situación actual de Bolsonaro, en combinación con su trayectoria política, delinean un panorama complejo y lleno de retos no solo para él, sino también para el futuro de la política en el país.