El presidente de Ecuador presenta a un nuevo comandante de policía en medio de la incertidumbre.

En Quito, el 2 de mayo, se ha reportado que el presidente de Ecuador, Daniel Novoa, ha tomado la trascendental decisión de nombrar al general Pablo Dávila como el nuevo comandante general de la Policía Nacional. Este cambio en la cúpula de la policía se produce en un contexto de creciente violencia e inseguridad en el país, lo que ha llevado al gobierno a buscar una renovación a nivel institucional. La decisión fue formalizada a través de un decreto ejecutivo emitido por la Presidencia, señalando la urgencia de implementar medidas efectivas para abordar el aumento de la criminalidad.

En este proceso de reestructuración, Dávila asume el cargo en reemplazo del general Wilson Pavón, quien fue destituido en un acto que el presidente Novoa definió como un relevo natural. Dávila, que previamente se había desempeñado como comandante de la policía en la Zona 8, una de las áreas más conflictivas del país situada en la costa, está considerado como un líder en la lucha contra el crimen organizado y la violencia. La relevancia de esta posición queda aún más evidenciada por la declaración del presidente sobre la necesidad de combatir los grupos criminales que afectan la vida de los ecuatorianos.

El general Pavón había ocupado el cargo de comandante desde el pasado viernes, cuando también se publicó un comunicado donde se agradecía al general Víctor Hugo Zárate por sus servicios, quien había liderado la policía en momentos críticos para la seguridad del país. A su vez, el presidente Novoa también ha ordenado el cambio de otros dos altos oficiales, los generales del distrito Freddy Sarzosa y Freddy Goyes, destacando su compromiso con una reformas profunda dentro de la institución policial.

Durante su reciente gira oficial por los Emiratos Árabes Unidos, el presidente Novoa ha estado trabajando en nuevas leyes y estrategias que buscan fortalecer la capacidad de respuesta de la Policía Nacional frente a la escalofriante situación de seguridad pública. La decisión de nombrar a Dávila, un oficial con experiencia y un enfoque en la zona más violenta del país, subraya la determinación de la administración actual por enfrentar los retos del crimen organizado que han florecido en Ecuador.

El creciente nivel de violencia en Ecuador, que se ha intensificado en los últimos meses, ha sido atribuido principalmente a conflictos entre bandas criminales dedicadas al narcotráfico. En consecuencia, el 9 de enero de este año, Noboa declaró oficialmente un ‘conflicto armado interno’ ante la proliferación de 22 grupos criminales catalogados como ‘terroristas’, que son responsables de una variedad de delitos graves, incluidos ataques armados, secuestros y extorsiones.

El primer trimestre de 2024 ha sido especialmente violento en la historia reciente del país, con un alarmante total de 2,361 muertes violentas, según datos proporcionados por el Ministerio del Interior. Este contexto resalta la urgente necesidad de cambios dentro de las fuerzas de seguridad y la importancia de una dirección efectiva para restaurar la tranquilidad y la confianza pública en el sistema de justicia y la seguridad en Ecuador.