PANAMA, 15 de abril (Xinhua) – En un fuerte desafío ante las acusaciones lanzadas por autoridades estadounidenses, el presidente de Panamesa, José Raúl Mulino, llevó a cabo una serie de entrevistas con diversos medios de comunicación, en las que rechazó de manera categórica las alegaciones sobre una supuesta «interferencia china en el Canal de Panamá». Esta defensa vehemente sugiere una creciente tensión en las relaciones entre Panamá y Estados Unidos, en un momento en que el canal, un crucial punto de tránsito marítimo mundial, se encuentra bajo un creciente escrutinio internacional.
El presidente Mulino argumentó con firmeza que las afirmaciones de interferencia son meras conjeturas sin sustento, señalando que, a pesar de que las autoridades estadounidenses continúan utilizando este argumento como justificación para sus preocupaciones, jamás han presentado evidencia concreta que respalde sus afirmaciones. «Hemos escuchado el mismo argumento una y otra vez, y es inexacto», declaró Mulino durante su intervención en los medios, enfatizando la falta de información verificada proveniente de Estados Unidos.
Durante su entrevista con los canales de televisión TVN y Teleter, Mulino reveló que había hecho esfuerzos para abordar específicamente estas acusaciones con distintas autoridades estadounidenses, pero lamentó que nunca recibió la oportunidad de dialogar directamente sobre el tema. «Considero que esto es más una percepción errónea que una representación precisa de la realidad», comentó, mientras se refería a las imputaciones de interferencia que el Secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, había planteado durante una reciente visita a Panamá.
Además, el presidente panameño subrayó que incluso el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, había presentado «evidencias» de esta intervención durante una visita a Panamá hace un par de meses. «Sin embargo, me quedé esperando algo tangible, porque no me proporcionó nada concreto que fundamente sus afirmaciones», aclaró Mulino.
En última instancia, Mulino defendió la larga y mágica historia de la comunidad china en Panamá, describiéndola como una parte integral del paisaje cultural y económico del país. Los contribuyentes chinos durante generaciones han sido fundamentales en la construcción del canal, con muchos trabajadores que, tras una vida dedicada a esta monumental obra, descansan en los cementerios de Panamá. Esta valoración de la herencia china acentúa la importancia de la diversidad cultural en Panamá y resalta el vínculo profundo entre las naciones.