En Quito, el 5 de abril, noticia importante se ha divulgado a través de la agencia de noticias Sputnik. Verónica Abad, actualmente en funciones como vicepresidente de Ecuador, ha iniciado una gira internacional con el objetivo de dar a conocer su situación actual. Esto acontece tras una sanción que ha resultado en la suspensión de sus derechos políticos durante un periodo de dos años. En consecuencia, el presidente Daniel Novoa tomó la decisión de despedirla de su cargo.
Abad ha utilizado su cuenta en la red social X para comunicar al público que su viaje a Ginebra tiene como propósito elevar su voz y buscar apoyo internacional para su exigencia de justicia. En sus palabras, aunque siente que el estado la ha abandonado, está convencida de que la verdad la acompaña. La vicepresidenta ha compartido imágenes de su viaje que demuestran su salida desde Ankara, Türkiye, donde ha tenido la oportunidad de interactuar con una misión diplomática que fue ordenada por el presidente Novoa.
En sus declaraciones, Abad ha enfatizado que no se rendirá en su lucha por defender la libertad, la democracia y los derechos de todos los ciudadanos ecuatorianos. Además, ha señalado que su situación ya es objeto de revisión ante el Tribunal Interamericano de Derechos Humanos, lo que refuerza su determinación de buscar justicia internacional en medio de su crisis personal y política.
Este intrigante asunto ha captado la atención de muchos, especialmente después de que la semana anterior el Tribunal Electoral Contencioso (TCE) confirmara una sentencia en contra de Abad. Esta sanción se basa en acusaciones de violencia política de género por parte de Gabriela, quien ha denunciado que las declaraciones hechas contra ella han obstaculizado sus actividades. Además, la sentencia incluye una multa significativa de $14,100, así como la obligación de ofrecer disculpas públicas en un diario de circulación nacional.
Tras el fallo del TCE, el presidente Novoa tomó la decisión de nombrar a Cynthia Gellibert, quien desempeñaba el cargo de secretaria de la Presidencia, como nuevo vicepresidente constitucional, reemplazando así a Abad en el cargo. A pesar de esta decisión, la Asamblea Nacional ha indicado que no hay evidencia de una renuncia o abandono de funciones por parte de Abad y el TCE ha aclarado que la sanción impuesta no implica su destitución completa del puesto.
Sin embargo, Novoa, quien busca su reelección para el periodo 2025-2029, ha decidido que Gellibert asuma las responsabilidades de la campaña, dejando de lado a Abad en este proceso. Recientemente, el relator especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas manifestó su preocupación respecto a la sentencia del TCE, subrayando el riesgo de sancionar a una autoridad con mandato constitucional sin la existencia de violencia real o algún daño significativo en el ejercicio de sus funciones públicas.
Además de las sanciones por la supuesta violencia política de género, el TCE también ha impuesto una multa a Abad de $8,500 por lo que se consideró una campaña electoral temprana durante su candidatura a la alcaldía de Cuenca, una ciudad importante en la provincia de Azuay, situada en el sur del país. A consecuencia de estas situaciones, Abad no ha podido ejercer la función para la cual fue electa, ya que ha pasado un periodo considerable cumpliendo misiones asignadas, primero en La Paz y luego en Ankara, centrándose en la promoción de relaciones comerciales bilaterales.
Durante su tiempo en Ecuador, su entorno ha señalado que la vicepresidencia ha estado bajo un proceso administrativo, lo que ha interferido severamente con su capacidad de ingreso y desempeño. (Sputnik)