Islamabad, 29 de abril (Sputnik) .- Recientes declaraciones han generado alarmas sobre la posibilidad de una guerra entre India y Pakistán, un conflicto que podría estallar en cuestión de «3 o 4 días». Este grave comentario fue realizado por el ministro de Defensa paquistaní, Khawaja Muhammad Asif, durante una entrevista en un canal de televisión privado. Su pronóstico sombrío ha sido interpretado de diversas maneras, intensificando las tensiones ya existentes en la región.
No obstante, en una posterior declaración, Asif aclaró que sus palabras habían sido malinterpretadas. Su intención era subrayar que Pakistán posee la capacidad de responder a cualquier agresión en caso de un conflicto armado. Según reportan medios locales, enfatizó que “hemos reforzado nuestras fuerzas porque esto es algo amenazante.” En este contexto, subrayó que, ante posibles situaciones críticas, es crucial tomar decisiones estratégicas, lo cual ha motivado el reciente aumento en la preparación militar del país, según información de la agencia Reuters.
La relación entre India y Pakistán ha sido históricamente conflictiva, y ambos países son considerados potencias militares en la región surasiática. Este conflicto bilateral ha suscitado temores sobre la posibilidad de una guerra a gran escala que podría involucrar armamento nuclear. En este momento, ambos ejércitos han sido desplegados a lo largo de la frontera, y hay informes continuos de movilizaciones en diferentes puntos críticos.
En sus declaraciones, Asif también hizo hincapié en que Pakistán solo recurriría a sus armas nucleares si su existencia estuviera en riesgo. Sin embargo, agregó que si las hostilidades se intensificaran por parte de la India, “habrá una respuesta que recordará la historia,” insinuando potenciales represalias devastadoras. Las palabras del ministro reflejan la gravedad de la situación actual y la creciente preocupación por una escalada militar.
Las tensiones han aumentado notablemente en días recientes, especialmente tras un ataque terrorista que resultó en la pérdida de 26 vidas en la región de Cachemira, un territorio disputado entre ambos países desde la independencia de la India del dominio británico en 1947. Tras el incidente, se acusó a militantes paquistaníes de estar involucrados; sin embargo, Islamabad rechazó estas afirmaciones categóricamente y ha solicitado una investigación imparcial que aclare los hechos. La situación es volátil y puede tener repercusiones más amplias para la seguridad regional, así como para las relaciones internacionales. (Sputnik)
