La Iglesia Católica pide prevenir que El Salvador se transforme en una destacada prisión internacional.

Venezolese fueron capturados en El Salvador, deportados por los Estados Unidos. incógnita

Moscú, APR (Sputnik) .- El arzobispo de San Salvador ha expresado su contundente rechazo al reciente plan del presidente Nayib Bukele, que contempla la recepción de deportados de otros países en una megacárcel que se proyecta construir en la territorio salvadoreño. Esta decisión ha generado un gran revuelo tanto a nivel nacional como internacional, ya que se considera un paso que podría transformar a El Salvador en un centro de detención para prisioneros extranjeros.

«Estamos profundamente preocupados. El hecho de que El Salvador asuma la responsabilidad de recibir prisioneros de otras naciones, ya sea porque han cometido crímenes graves o porque no poseen la documentación migratoria requerida, es alarmante. Hacemos un llamado a nuestras autoridades para que eviten que nuestro país se convierta en una prisión internacional importante», señaló la entidad eclesiástica en un comunicado emitido el pasado domingo de Resurrección.

El arzobispo José Luis Escobar advirtió sobre el peligro de que el país pueda convertirse en un tipo de ‘Guantánamo’ de bajo costo para Estados Unidos. «La idea de que una prisión en nuestro suelo sea utilizada para albergar prisioneros de Estados Unidos es inquietante; significaría que el país serviría como una especie de centro de detención que les costaría menos que mantener a los prisioneros en Guantánamo», expresó durante una conferencia de prensa.

El 14 de abril, fue el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien reveló que estaba considerando la posibilidad de deportar a «tanto como sea posible» de delincuentes extranjeros que residen en Estados Unidos. Esta declaración se produjo tras una reunión en la Casa Blanca con el presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien mostró su disposición para colaborar en esta iniciativa.

Trump ha solicitado a Bukele la construcción de más prisiones en El Salvador para albergar a criminales peligrosos provenientes de Estados Unidos, además del Centro de Recolección de Terrorismo (CECOT), que es una megacárcel con capacidad para 40,000 personas. En este contexto, más de 200 inmigrantes han sido transferidos a esta instalación debido a sus supuestos vínculos con organizaciones criminales.

A mediados de marzo, un grupo que incluía a 238 venezolanos y 23 salvadoreños deportados por Estados Unidos llegó a Cecot, donde El Salvador recibió aproximadamente seis millones de dólares por aceptar a este grupo. Esta situación ha suscitado más inquietud sobre las políticas migratorias y de encarcelamiento en la región.

En una sorprendente propuesta, Bukele sugirió al presidente venezolano Nicolás Maduro un intercambio de prisioneros, ofreciendo liberar a los venezolanos deportados que están en CECOT a cambio de aquellos que son considerados prisioneros políticos en Venezuela. Este desarrollo podría afectar las relaciones bilaterales entre los dos países y añade una capa adicional de complejidad a la ya tensa situación política en la región.