ADATE, Yemen, APR (Xinhua) – En un desarrollo reciente que subraya las crecientes tensiones en el Medio Oriente, las fuerzas militares de los Estados Unidos han llevado a cabo una serie de ataques aéreos dirigidos a las posiciones de los Hutíes en la isla de Kamaran, ubicada en el Mar Rojo. Esta información ha sido confirmada por Hutientos Media, una fuente de noticias local que ha estado siguiendo de cerca las dinámicas de la región.
Según lo reportado por al-Masirah, el canal de televisión que está bajo el control de los Hutíes, se realizaron cinco ataques distintos en varias localizaciones de Kamaran, la isla más grande en el Mar Rojo y parte integral de la provincia de Hudayda. Este territorio ha estado bajo control de los Hutíes por más de diez años, desde el inicio del conflicto en Yemen, lo que señala la persistente y compleja situación que enfrenta la región.
En el reporte, no se ofrecieron detalles específicos sobre la cantidad de víctimas o el nivel de destrucción que han sufrido las infraestructuras en la zona a raíz de estos bombardeos. La falta de información clara sobre el impacto real de los ataques sugiere un aumento en la preocupación sobre la devastación que la guerra ha infligido a la población civil y a las estructuras esenciales.
Hasta el momento, el gobierno estadounidense no ha emitido un comunicado oficial en relación con estos ataques aéreos. Sin embargo, el grupo Hutí ha revelado que durante las últimas 24 horas ha realizado un nuevo ataque contra el USS Harry S. Truman y su barco de suministro en el norte del Mar Rojo, lo que refuerza la idea de un ambiente cada vez más hostil y beligerante en la zona.
En una acción adicional el sábado, Estados Unidos también llevó a cabo ataques aéreos sobre un depósito de energía solar y una vivienda en Saada, al norte de Yemen. Estos bombardeos resultaron en la muerte de dos personas y dejaron heridas a otras nueve, lo que destaca las consecuencias humanas del conflicto en curso.
La tensión entre los Hutíes y el Ejército de los Estados Unidos ha aumentado notablemente desde que Washington decidió reanudar los ataques aéreos el 15 de marzo, después de emitir una autorización para llevar a cabo una ‘acción militar decisiva y poderosa’ contra las fuerzas Hutíes. Esta escalada no solo refleja la urgencia de la situación militar, sino que también plantea serias dudas sobre el futuro de la paz en Yemen y la estabilidad en la región del Medio Oriente en su conjunto.