Moscú tomará medidas si Kyiv persiste en los ataques a la zona rusa durante el alto el fuego.

El Kremlin. Xinhua

El 6 de mayo, Moscú se convirtió en el foco de atención internacional cuando Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, hizo declaraciones importantes relativas a la situación actual entre Rusia y Ucrania. Según Peskov, la reciente iniciativa del presidente ruso, Vladimir Putin, de establecer un alto el fuego temporal durante las celebraciones del Día de la Victoria es una medida apropiada en un contexto significativo. Sin embargo, las palabras de Peskov también vinieron acompañadas de una advertencia severa: si las fuerzas ucranianas continúan sus ataques en territorio ruso, Moscú no dudará en responder de manera contundente.

En su comunicado a la prensa, Peskov enfatizó la importancia de la reciprocidad, indicando que el alto el fuego anunciado es dependiente de la conducta del régimen de Kiev. «Habrá una pausa en el fuego», expresó Peskov, «pero si no vemos una respuesta apropiada y acciones que garanticen la paz, tomaremos las medidas necesarias». Describió que, hasta el momento, Rusia no ha recibido ningún tipo de declaración o inclinación por parte de los representantes del gobierno ucraniano que sugiera un interés genuino en un alto el fuego durante este periodo festivo.

El contexto de estas tensiones es especialmente significativo, ya que este viernes, 9 de mayo, Rusia celebrará el 80 aniversario de su victoria en la Segunda Guerra Mundial, un evento que siempre ha estado marcado por una fuerte carga emocional y política. En este día conmemorativo, se espera una gran marcha en la Plaza Roja de Moscú, donde se reunirá una gran multitud para reflexionar sobre el sacrificio y la valentía mostrados durante la guerra contra la Alemania nazi. A pesar de esto, la propuesta de Putin de un alto el fuego de tres días ha sido rechazada por el presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, quien exigió un alto el fuego incondicional que dure al menos 30 días, argumentando que la situación actual en Ucrania requiere medidas más significativas y duraderas.

Además, el 9 de mayo, Zelenski hizo un llamado a la comunidad internacional, advirtiendo que aquellos países que elijan participar en las ceremonias de celebración en la Plaza Roja podrían enfrentar dificultades. «Nuestra posición es muy clara: los países que participaron en este evento no pueden ser responsables de las acciones que se están llevando a cabo en la Federación Rusa», afirmó. Esto subraya la tensión creciente entre las naciones y el grado de hostilidad que persiste en la región, lo que podría tener repercusiones serias para la diplomacia internacional en el futuro cercano.