Quito, 16 de abril (Europe Press) – En una declaración significativa, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció el martes que su gobierno solicitaría la presencia de tropas estadounidenses en el país, con el objetivo de combatir la creciente violencia relacionada con las pandillas. Como parte de esta estrategia, Noboa también declaró un estado de excepción en seis provincias ecuatorianas, el cual estará vigente durante un período de dos meses, en un intento por establecer un control más efectivo sobre la situación de seguridad.
En el contexto de una entrevista con la reconocida cadena de televisión estadounidense, CNN, Noboa dejó en claro que, si bien las tropas estadounidenses podrían estar presentes, no se espera que patrullen las calles. Su función sería más bien de apoyo en las diversas operaciones de seguridad que se lleven a cabo. Este enfoque refleja un interés en colaborar con fuerzas extranjeras, al tiempo que se mantiene el control de las operaciones de seguridad en manos de las fuerzas armadas y policiales de Ecuador.
El presidente ecuatoriano dijo: «Nos gustaría trabajar con las fuerzas estadounidenses, y creo que hay muchas maneras de hacerlo, especialmente en el seguimiento de las operaciones ilegales que se mueven fuera de Ecuador, pero el control de las operaciones estará en manos de nuestro ejército y nuestra policía». Este comentario resalta su intención de no abdicar del control sobre sus recursos de seguridad, mientras busca apoyo en la lucha contra el crimen organizado.
Desde hace varios meses, Quito ha estado solicitando asistencia militar extranjera al argumentar que la lucha contra las bandas armadas en el país es, de hecho, una ‘guerra transnacional’. Noboa comentó que había tenido conversaciones previas con representantes de Estados Unidos. «Teníamos un plan, teníamos opciones que queremos continuar. Ahora solo necesitamos otra reunión, después de las elecciones, ahora que ya he sido elegido presidente, para consolidarla», explicó.
Los números recientes destacan la grave situación de violencia en Ecuador, donde las tasas de homicidio han aumentado alarmantemente en un 574.30 por ciento entre 2019 y 2023. Este incremento es evidente en las cifras que muestran un salto en la tasa de homicidios involuntarios de poco más de 7 a más de 47 por cada 100,000 habitantes, de acuerdo con las estadísticas proporcionadas por el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado. La rivalidad entre los dos grupos principales, Choneros y Lobos, vinculados a carteles de tráfico de drogas colombianos, mexicanos y albaneses, intensifica aún más la lucha por el control territorial y las rutas de narcotráfico en el país.