En Islamabad, el 25 de abril de 2025, el ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, ha expresado su profunda preocupación por las crecientes tensiones entre Pakistán e India. Durante una entrevista, Asif alertó que si no se toman medidas para controlar la escalada actual de conflictos, podrían surgir las condiciones que propicien un conflicto de gran magnitud. “Una confrontación entre dos fuerzas nucleares siempre es motivo de preocupación. Si algo sale mal, esta confrontación puede terminar de manera trágica”, comentó el ministro en declaraciones realizadas a Sky News Chain, subrayando la gravedad de la situación.
El ministro Asif enfatizó que aunque Pakistán está preparado para responder a cualquier agresión proveniente de India, su esperanza principal es que se pueda alcanzar una solución mediante medios diplomáticos y pacíficos al conflicto existente. No obstante, las autoridades indias han tomado medidas severas contra Pakistán en respuesta a presuntos vínculos del país con los ataques terroristas en su territorio. Esto incluye la implementación de un paquete de medidas restrictivas, las cuales buscan presionar a Pakistán para que frene su apoyo al terrorismo en la frontera.
Entre las acciones adoptadas por India, se encuentra la suspensión del Tratado de Agua de 1960, hasta que Pakistán demuestre un compromiso irreversible y serio para detener su apoyo al terrorismo. Además, India ha endurecido las medidas en su frontera en Attari, Punyab, interrumpiendo la emisión de visas para ciudadanos paquistaníes bajo el marco del Plan SAARC y exigiendo la expulsión de asesores militares y navales paquistaníes en Nueva Delhi dentro de un plazo de 48 horas. También ha solicitado la reducción del personal diplomático en sus respectivas legaciones.
El canciller paquistaní ha calificado estas acciones como “inapropiadas y poco serias”, indicando que la India no ha presentado pruebas que respalden su afirmación sobre la participación de Pakistán en el ataque reciente que la desató. En respuesta, el Comité de Seguridad Nacional de Pakistán decidió suspender todo comercio con India y cerrar su espacio aéreo a las aerolíneas indias, intensificando de esta forma la hostilidad entre ambos países.
Recientemente, en un ataque separatista en la región india de Jammu y Cachemira, hombres armados incendiaron un campamento que albergaba a turistas. Este brutal ataque dejó al menos 26 muertos y varios heridos. Entre las víctimas fatales, se encontraban 25 ciudadanos indios y turistas de diversos países, así como ciudadanos de Nepal. Este ataque fue reivindicado por un grupo extremista vinculado a Lashkar-e-Taiba, que está designado como organización terrorista en varios países, incluyendo Rusia.
La región de Cachemira ha sido un punto álgido de tensiones históricas entre India y Pakistán, con ambos países enfrentándose en cuatro guerras sobre su soberanía desde la Partición de la India en 1947. Las tensiones aumentaron considerablemente en 2019 tras un ataque terrorista a un convoy policial indio, así como la posterior decisión de India de revocar la autonomía especial de Jammu y Cachemira en agosto de ese año. A finales de octubre de 2019, India reorganizó el estado en dos divisiones, Jammu y Cachemira y Ladakh, bajo el control directo de Nueva Delhi.
Pakistán ha continuado criticando firmemente este cambio unilateral en el estatus de Cachemira, aduciendo que la región está reconocida internacionalmente como un área en disputa. Estas y otras circunstancias han contribuido a hacer de Cachemira un tema candente en la agenda política tanto de Islamabad como de Nueva Delhi, con implicaciones significativas para la paz y la estabilidad en la región. (Sputnik)