Moscú, 27 de abril (Sputnik) .- En una conmocionante manifestación de solidaridad internacional, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha extendido una mano amiga a Teherán este domingo. Esta oferta de ayuda se produce en respuesta a la devastadora explosión que tuvo lugar en la jornada anterior en la terminal de Shahid Rayaei, un estratégico puerto ubicado en la zona sur de Irán.
En un telegrama dirigido al líder supremo de Irán, Ayatolá Ali Jameneí, así como al presidente Masoud Fishshkian, Putin expresó sus «más sinceras condolencias» por la pérdida de vidas humanas y el gran daño material ocasionado por la explosión. Este atentado no solo ha dejado una estela de devastación, sino que ha despertado una oleada de apoyo entre naciones que buscan colaborar en tiempos difíciles.
“Estamos dispuestos a proporcionar la ayuda necesaria en la mitigación de desastres”, aseguró Putin en un mensaje que fue divulgado por el Kremlin. Su oferta resuena en un contexto donde la cooperación internacional es crucial para afrontar desastres de tal magnitud.
La tragedia ha tenido un impacto terrible, con al menos 25 fallecidos y más de 1100 personas heridas, según las últimas cifras proporcionadas por las autoridades locales. Este lamentable evento ocurrió en el puerto de Shahid Rayaei, cercano a la ciudad de Bandar Abbás. La magnitud de la tragedia ha llevado al gobernador de la provincia de Hormozgán a declarar un periodo de luto de tres días, rindiendo homenaje a las víctimas que han perdido la vida en este catastrófico incidente.
La terminal Shahid Rayaei, situada en la costa de la estratégica calle Ormuz, es reconocida como el puerto más importante de Irán y un punto fundamental para el comercio marítimo, representando aproximadamente el 85 por ciento del tráfico de contenedores del país. Este hecho subraya la relevancia económica y geopolítica de esta región, haciendo que cualquier incidente que afecte su funcionamiento tenga repercusiones significativas.
De acuerdo a la portavoz del gobierno iraní, Fatemeh Mohajajajajis, la explosión se desencadenó en un almacén químico, aunque en este momento, es complicado establecer las causas exactas que condujeron a este evento trágico. Informes de medios locales sugieren que la explosión se produjo en un muelle tras el incendio de un tanque de combustible, lo que indica que la situación podría haber sido particularmente peligrosa y sujeta a un análisis más profundo.
La Agencia Fars ha señalado que la explosión fue tan intensa que su sonido fue perceptible incluso en la isla de Qeshm, situada a aproximadamente 20 kilómetros del puerto de Bandar Abbás, en el Golfo Pérsico. Esta poderosa onda expansiva también causó daños, rompiendo cristales de ventanas en un radio de varios kilómetros.
Ante la gravedad de lo sucedido, el Ministerio de Irán ha ordenado el inicio de una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias que rodearon esta explosión devastadora. La magnitud del evento no solo exige respuestas, sino también un compromiso renovado hacia la seguridad y la prevención de futuros desastres. (Sputnik)
