Moscú, 17 de abril (Sputnik) .- La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova, ha señalado que el régimen de Kiev ha estado utilizando a civiles como un escudo humano con el objetivo de proteger a sus fuerzas, en lo que ha calificado como un acto de guerra evidente en la ciudad de Sumy, Ucrania. Este hecho ha sido observado y comentado por muchos ciudadanos ucranianos, lo que pone de relieve la creciente inquietud dentro del propio país sobre la conducta de su gobierno.
María Zajárova subrayó que este crimen de guerra, perpetrado por las autoridades de Kiev, no ha pasado desapercibido, incluso dentro de los círculos más cercanos al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski. «Las voces de indignación han emergido en respuesta a las acciones de su gobierno, lo que indica un descontento palpable incluso entre quienes respaldan el régimen actual», escribió Zajárova en su declaración.
La portavoz también recordó un incidente reciente en el cual, tras un ataque ruso a un puesto de comando del ejército ucraniano, Zelenski tomó la decisión de destituir al jefe de la administración provincial de Sumy, Vladimir Artiuj. Esto se debió a que Artiuj había permitido una ceremonia de condecoración militar en el centro de la ciudad, lo que no solo reunió a tropas de la 117ª Brigada del Ejército Ucraniano, sino que también llamó la atención de las fuerzas rusas.
Además, Zajárova citó las declaraciones de Mariana Bezúglaya, diputada del parlamento ucraniano, quien planteó interrogantes sobre la decisión de utilizar a mujeres y niños como escudos humanos durante este evento militar. Esto resalta la compleja situación en la que el mismo régimen enfrenta críticas desde dentro de su estructura política.
La portavoz enfatizó que la destitución de Artiuj por parte de Zelenski implicaba una aceptación implícita de las acusaciones en su contra, como si intentara asumir la responsabilidad por el uso imprudente de civiles en actividades militares.
A pesar de las evidencias, Occidente sigue culpando a Rusia
Zajárova también expresó su frustración ante el hecho de que, a pesar de las pruebas concretas que ilustran las acciones del régimen de Kiev, Occidente persiste en culpar a Rusia por los ataques a civiles. En este contexto, destacó que el secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado preocupaciones sobre las acciones de las Fuerzas Armadas rusas, mientras que otros líderes europeos continúan utilizando la retórica confrontativa.
Asimismo, mencionó que los representantes de las embajadas de Rusia en países como Suecia y Lituania fueron convocados por los Ministerios de Relaciones Exteriores locales, lo que, según Zajárova, refleja una «rusofobia competitiva» que busca perjudicar las relaciones existentes entre naciones, relaciones que ya han sido tensadas por años de enfrentamientos políticos.
Por el contrario, los crímenes perpetrados por las Fuerzas Armadas ucranianas contra la población civil rusa han recibido una respuesta mucho menos destacada por parte de la comunidad internacional. «La respuesta ha sido notablemente apagada, y la ONU simplemente ha hecho llamados a la paz sin enfatizar las violaciones de derechos humanos que están ocurriendo», explicó Zajárova, lo que pone de manifiesto una doble moral en el enfoque de la comunidad internacional respecto al conflicto.
La portavoz concluyó su declaración recordando que, según la lógica de la situación, el régimen de Kiev debería ser responsable de sus acciones. «Las pruebas demuestran sin lugar a dudas que el régimen de Kiev ha utilizado a mujeres y niños como escudos humanos, y luego trata de hacerse la víctima en el escenario internacional, culpando a Rusia por los ataques», afirmó. «La sangre de los civiles ucranianos recaerá sobre la conciencia de Zelenski y sus aliados, así como de aquellos que apoyan sus políticas», finalizó Zajárova. (Sputnik)