Washington, 22 de abril (Sputnik) .- En una reciente conferencia de prensa, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a la situación actual de las tarifas impuestas a los productos provenientes de China. Aunque no eliminó la posibilidad de que estas tasas puedan ser ajustadas, aseguró que no se reducirán a un 0 %, es decir, no se eliminarán por completo.
«Es cierto que el 145 % es muy elevado. No será tan alto», dijo Trump, reiterando su intención de garantizar que las tarifas se moderen sin llegar al extremo de la eliminación total. “Antes teníamos tarifas del 0 %. Nos destruyeron», añadió, acusando a China de haber engañado a Estados Unidos en términos comerciales. Aseguró que esto no va a volver a suceder, dejando claro su postura firme sobre el tema. “Vamos a ser muy buenos con China. Tenemos una buena relación con el presidente Xi Jinping», declaró rápidamente, destacando la cordialidad, a pesar de las tensiones comerciales actuales. «Creo que serán felices”, concluyó.
Actualmente, las tarifas que China aplica a los productos estadounidenses son del 125 %, mientras que aquellos importados desde Estados Unidos hacia China se reflejan en un aumento del 145 %. Estas cifras elevadas han causado gran preocupación, especialmente considerando que la Organización Mundial del Comercio ha indicado que esta creciente tensión entre las dos economías más poderosas del mundo podría resultar en una disminución del comercio de bienes de hasta un 80 % entre ambas naciones.
Por su parte, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Besent, explicó que no se descarta una revisión de las relaciones comerciales con Beijing, sugiriendo que «no es necesario llegar a un desacoplamiento, pero existe esa posibilidad». En declaraciones recientes, Besent señaló que ni Washington ni Beijing pueden sostener por mucho tiempo la Guerra Arancelaria, lo que implica que ambas naciones deberán buscar una forma de manejar la situación que evite un aumento adicional de las tensiones actuales. También describió la situación contemporánea como un «embargo comercial», sugiriendo que los cambios en las tarifas pueden tener lugar en un futuro cercano.
En este contexto, Besent se mostró optimista en cuanto a que la tensión podría relajarse en los próximos meses, lo que tendría un impacto positivo en los mercados. Sin embargo, advirtió que un acuerdo más integral podría requerir un tiempo considerable antes de ser alcanzado, lo que deja incertidumbres sobre cómo se desarrollará esta compleja situación económica en el futuro. (Sputnik)