Sin rodeos, Osmel Sousa, el temido y admirado zar de belleza, desató la agitación de la agitación de la final de la competencia.
Con su clásico tono seguro y una aparición crítica aguda, Osmel dejó en claro que su instinto no falla:
«Como saben bien, tengo un ojo clínico muy refinado … y tengo todo mi favorito. Sé quién ganará», dijo con el mal.
Aunque no reveló nombres, dejó pistas que dejaron especies en público:
«La observé desde lejos, ahora hablé con ella … y todas las vibraciones transmitieron que sería la próxima reina la que representaría a Costa Rica», dijo con seguridad.
