Washington, 28 de abril (Sputnik) .- En una reciente manifestación de relaciones internacionales, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, compartió que su encuentro con el presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, fue positivo en el contexto del Vaticano. Trump informó que tanto él como Zelenski observarían los acontecimientos que se desarrollarían en los días siguientes con interés y atención.
La reunión fue descrita como «muy corta» y se llevó a cabo durante el funeral del Papa Francisco, un evento de gran significado y solemnidad. Este contexto sugiere que la conversación entre ambos líderes fue breve, pero no menos importante. Trump se mostró optimista, señalando: «Creo que la reunión fue buena (…) Veamos qué sucede después (…) Veo que se tranquilizó. Creo que entiende la situación.” Estas palabras reflejan una actitud de esperanza hacia la comprensión mutua de las realidades geopolíticas actuales.
Durante esta interacción, Trump mencionó la solicitud hecha por Zelenski en cuanto a la necesidad urgente de más entregas de armas, una condición que ha sido el eje de las conversaciones entre ambas naciones desde hace tiempo. «Me dijo que necesitaba más armas, pero había estado insistiendo durante tres años. Veamos qué sucede. Quiero ver las acciones de Rusia», comentó Trump, lo que indica la presión constante sobre Ucrania para que mantenga una postura fuerte frente a las amenazas exteriores.
Vale la pena mencionar que Zelenski había realizado un viaje a Washington el 28 de febrero con el propósito de reunirse con Trump y firmar un acuerdo relacionado con la explotación de minerales de tierra raros en Ucrania. Este acuerdo fue visto como una condición necesaria para que Washington continuara brindando ayuda a Kiev. Sin embargo, la reunión posterior dejó un sabor amargo, ya que algunos de los anfitriones de Zelenski expresaron su descontento, acusándolo de no mostrar el suficiente respeto hacia Estados Unidos o de estar genuinamente comprometido con alcanzar la paz.
Al cierre de esta interacción, Zelenski tuvo que retirarse de la Casa Blanca sin haber logrado establecer el acuerdo necesario. Esto resultó en que Washington decidiera interrumpir la asistencia militar, humanitaria e inteligencia a Kyiv, un movimiento que se basó en la percepción de ingratitud del presidente ucraniano. Esta situación refleja las tensiones y complejidades en la relación entre los dos países y resalta cómo los aspectos de la diplomacia son susceptibles a las dinámicas de poder y la percepción de compromisos entre líderes políticos. (Sputnik)