PRETORIA 11 de abril (Europe Press) – En un trágico suceso, el pastor estadounidense Josh Sullivan fue secuestrado el día anterior en Sudáfrica por un grupo de hombres armados cuyo número y motivos aún no han sido determinados, mientras estaba llevando a cabo una misa en la localidad de Cabo Oriental. Las autoridades locales han confirmado este aterrador incidente, lo que ha suscitado preocupación tanto a nivel local como internacional.
Según informes, Sullivan se encontraba en la iglesia de la comunidad bautista de Motherwell la tarde del jueves, cuando «cuatro hombres armados, todos enmascarados», irrumpieron en el lugar de culto. Estos individuos no solo tomaron por la fuerza al pastor, sino que también se adueñaron de dos teléfonos celulares que pertenecían a los asistentes antes de escapar con Sullivan, que tiene 45 años, al volante de su vehículo, un Toyota, como se detalla en el testimonio del capitán Andre Beetge, portavoz de la policía, en una entrevista con el periódico sudafricano ‘TimesLive’.
Tras el tiempo transcurrido desde el secuestro, las fuerzas del orden lograron recuperar el automóvil de Sullivan, pero, lamentablemente, el pastor no fue encontrado en el interior, lo que ha incrementado la angustia de su familia y la comunidad que lo conoce. Su esposo y sus hijos fueron testigos del horrible evento, ya que se encontraban presentes en la iglesia en ese momento, pero afortunadamente lograron escapar sin sufrir lesión alguna. Esto ha sido informado por Jeremy Hall, portavoz de la familia, quien también mencionó que la familia conoce a Sullivan desde hace años.
El desesperado llamado de ayuda de la familia no ha pasado desapercibido. En un comunicado a través de Facebook, la madre de Sullivan, Tonya Morton Rinker, expresó su tranquilidad al saber que la embajada de los Estados Unidos está tomando medidas activas para asegurar el regreso seguro de su hijo. Por otro lado, el gobierno sudafricano, al haber reconocido la gravedad de la situación, ha decidido asignar la gestión del caso a su unidad de élite en la lucha contra el crimen, conocida como ‘Los Falcones’, lo que genera un rayo de esperanza en medio de la incertidumbre.
Este devastador suceso pone de manifiesto los riesgos que enfrentan aquellos que realizan trabajos de servicio y liderazgo en comunidades vulnerables, especialmente en entornos donde la violencia y el crimen son preocupaciones frecuentes. La comunidad, así como los seres queridos de Josh Sullivan, se encuentran en un estado de shock y esperan fervientemente que su regreso sea inminente, deseando que este episodio tenga un desenlace positivo.